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¡Dejen a Cuba en paz!

Este jueves 16 de septiembre el Parlamento Europeo (PE) evaluará una nueva resolución contra Cuba, acción que violenta la voluntad del Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación entre Cuba y la Unión Europea pactado en diciembre del 2016 sobre la base de los principios del respeto a la soberanía de los Estados, el Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas.

 

 

El Acuerdo, suscrito por el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Ro­dríguez, la entonces alta representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, así como por representantes de los países que integran el bloque comunitario, abrió un espacio para el debate bilateral acerca de temas que la nación caribeña nunca ha rehuido abordar siempre que se haga en igualdad de condiciones como son los derechos humanos; la lucha contra el terrorismo; la trata de seres humanos; el comercio ilegal de armas; la justicia, seguridad ciudadana y migración; el desarrollo social y la cohesión social; el medio ambiente, la gestión de riesgo de catástrofes y el cambio climático; el desarrollo económico, integración y cooperación regional; entre otros.

El actual debate, en cambio, ha sido promovido por eurodiputados sintonizados con la postura agresiva del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, quienes confirman así la concertación de esfuerzos supranacionales en función de una guerra multidimensional que pretende desprestigiar a las instituciones cubanas, y desconocer el consenso mayoritario del pueblo a favor del proyecto revolucionario socialista.

 

A través de su Comisión de Relaciones Internacionales, el Parlamento cubano (Asamblea Nacional del Poder Popular) emitió una declaración el lunes  en la que calificó la sesión del PE como un “ejercicio politizado”. El documento denuncia que “los promotores de esta nueva maniobra no tienen autoridad moral para erigirse en defensores de los derechos del pueblo cubano»; y aclara que los organizadores “no representan la opinión de la totalidad de los miembros del PE”.

“Debería ser motivo de preocupación para los ciudadanos y las propias instituciones de la Unión Europea (UE) la actuación reincidente del grupo de legisladores, cuyo desempeño en estos temas se caracteriza por el doble rasero y el empleo intensivo de la mentira”, añade.

Según se ha sabido, ha tomado semanas coordinar esta sesión dela vergüenza, y mientras tanto, a los cubanos se nos ha hecho casi cotidiano recibir, desde los pueblos, especialmente europeos, mensajes y ofrecimientos de solidaridad, de apoyo práctico y donaciones que contribuyen al enfrentamiento a la pandemia de la covid-19.  La ayuda ha llegado coordinada lo mismo por sindicatos, asociaciones de amistad, agrupaciones de cubanos residentes en el exterior, que por iniciativas privadas a las que se suman gente de bien, conocedora de los gestos que históricamente ha ofrecido la Mayor de las Antillas al mundo.

Más allá de los resultados que pudiera tener el debate injerencista de este jueves, el Gobierno y el pueblo cubanos han reiterado que no renunciarán nunca a defenderse, con transparencia, estricto apego a la verdad, y respetando sus propias leyes.

Más le valdría al Parlamento Europeo centrarse entonces en resolver los problemas de sus propias naciones, agobiadas algunas por la pandemia, la crisis económica, el resurgir del neonazismo, y olas migratorias  provocadas por la guerra, la hambruna o la crisis sistémica. Se impone entonces un llamado a los eurodiputados para que hurguen en sus propias realidades y ¡dejen a Cuba en paz!

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