Los participantes en el Foro Mundial de la Economía Circular, inaugurado hoy, coincidieron en que la pandemia de Covid-19 demostró un fuerte vínculo entre la salud, el trabajo decente y la sostenibilidad medioambiental.
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Coorganizada por el gobierno de Canadá y el Fondo Finlandés de Innovación Sitra, la cita se celebra por primera vez en Norteamérica del 13 al 15 de este mes, con la presentación de soluciones de la economía circular por líderes empresariales, y expertos de todo el mundo, entre ellos el director general de la OIT, Guy Ryder.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, esta economía podría generar hasta seis millones de puestos laborales en el reciclaje y la gestión de residuos, y es considerada clave para construir mejor y más verde después de la crisis sanitaria, además de contribuir a crear economías sostenibles en sectores prioritarios.
En muchos sectores que se consideran optimizados también hay ejemplos alarmantes: en Europa un coche medio se pasa el 92 por ciento del tiempo estacionado, el 31 por ciento de los alimentos son desechados a lo largo de la cadena de valor y la oficina media solo usa entre el 35 y el 50 por ciento del tiempo, incluso durante el horario laboral.
En América Latina y Caribe más de 35 mil toneladas de residuos por día quedan sin recolectar, lo que afecta a más de 40 millones de personas (un siete por ciento de la población).
Es claro que de esta forma no puede continuarse, de hacerlo la consecuencia sería catastrófica para las próximas generaciones y los daños irreversibles, de ahí que se impone el cambio del tipo lineal a la economía circular como una necesidad, sostiene la OIT.
Se entiende esta última como aquella que es restaurativa y regenerativa, trata de que los productos, componentes y materias mantengan su valor máximo en todo momento; preserva y mejora el capital natural, optimiza los rendimientos de los recursos y minimiza los riesgos del sistema al gestionar reservas finitas y flujos renovables.
(Tomado de Prensa Latina)