En la I parte de esta Guagua empezamos a tratar el ya viejo asunto de que por muy importante que sea un hecho relacionado con Cuba, y aunque se ajuste a los conceptos de noticia desde el punto de vista de lo raro, lo insólito, lo inusual, no es publicado por el dispositivo mundial que forma opiniones guiadas por el patrón anticubano.
Al realizar ese trayecto, La Guagua citó la idea expuesta por un magnate de la prensa burguesa:
Si un perro muerde a un hombre, no es noticia; pero si un hombre muerde a un perro, eso sí que es noticia.
A pesar de tal concepto, tienen sus razones para ni mencionar que un mandatario se reúne diariamente para conocer y tomar decisiones sobre el enfrentamiento a la COVID-19, en este caso cómo cerrar brechas a la enfermedad.
Y si se presenta alguna dificultad como la rotura de la planta productora de oxígeno medicinal, no mencionan la rotura, sino que este hecho es invisibilizado y crean una avalancha noticiosa sobre los problemas, sin mencionar cómo se trata de paliar la situación, mientras el pequeño país caribeño tiene que gestionar la compra de piezas en medio de un recrudecido bloqueo.
Mucho menos informan que el Presidente de la nación se ocupa personal y permanentemente de tomar decisiones y apoyar los esfuerzos por incrementar la producción nacional del oxígeno medicinal y distribuirlo de manera tal que se reduzcan las afectaciones hasta que finalmente se repara la planta, una operación de la cual estuvo pendiente.
En cualquier país hay barrios cuyo nivel de vida es inferior al de otras de sus zonas y que padecen una desproporción exagerada a pesar de las cuantiosas riquezas de la nación. Según el concepto de noticia burgués, este hecho es común y por tanto comparable con el perro mordiendo al hombre.
Si se concibe un plan para transformar esa situación, y el Presidente visita esas zonas de manera sistemática y participa en la toma de decisiones y conversa directamente con los vecinos para conocer de sus problemas son hechos que bien pudieran enfocarse desde el ángulo del hombre mordiendo al perro.
¿Cuál es el impedimento para que tales medios de comunicación no indaguen cómo un presidente planifica su tiempo de modo tal que pareciera tener el don de la ubicuidad y tan pronto concluye una actividad, ya está en otra como la de los encuentros sistemáticos con los hombres de ciencia, lo mismo para enfrentar la pandemia, como que ese sector esté presente en toda la vida del país?
En resumen: Razón tenía el periodista Evelio Tellería Toca cuando en los años 60 del siglo pasado decía que la publicación de noticias de hechos equivalentes al hombre mordiendo al perro, lo aplicaban por sensacionalismo, y para distraer a las grandes masas de los problemas fundamentales y desviarlos del camino de la búsqueda de soluciones para beneficio de todos.
Decía el profesor de la asignatura Técnica Periodística que toda esa maquinaria formaba en los receptores el concepto de noticia más conveniente para las clases burguesas dominantes, y no con el propósito de instruir al pueblo, sino todo lo contrario.
Son estos momentos, más que nunca, de tomar conciencia de que la noticia (el hecho como tal) la construimos entre todos, y al reflejar la noticia también podemos ser protagonistas todos.
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