¿Qué significación tuvo el Levantamiento Popular Armado del 5 de Septiembre de 1957 en la ciudad de Cienfuegos, cuyo aniversario 64 se conmemora hoy?
Hurgando en la historia encontramos que el Comandante en Jefe Fidel Castro definió que resultó un gran apoyo moral para los combatientes del Ejército Rebelde que en ese momento luchaban en la Sierra, y por otro, resultó una clara demostración de la voluntad del pueblo cubano de luchar a muerte contra la tiranía impuesta por el gobierno de Fulgencio Batista.
¿Cómo sucedieron los hechos?
Nos auxiliamos de la enciclopedia Ecured para reflejar las esencias de la preparación, ejecución y posteriores consecuencias del levantamiento del pueblo cienfueguero en armas, encabezado, sobre todo, por jóvenes revolucionarios.
Así señala:
El golpe de estado de Fulgencio Batista, el 10 de marzo de 1952, motivó que los cienfuegueros, como infinidad de cubanos, se incorporaron a las distintas organizaciones y grupos creados para combatir la dictadura. Muy pronto gran parte del pueblo se sumó al Movimiento 26 de Julio, guiado por Fidel Castro, quien puso en práctica una estrategia objetiva para enfrentar los desmanes del gobierno de turno, el que oprimía a la nación y arrebataba los derechos de estudiantes, obreros y campesinos.
Los primeros planes para un levantamiento en Cienfuegos, con el apoyo del grupo de marinos revolucionarios, se hicieron para abril de 1957, pero no fue posible concretarlos en esa fecha.
Luego se preparó otro intento para el 28 de mayo, con 35 hombres, escogidos entre los mejores de la región central. Ellos se concentraron en una casa, en la barriada cienfueguera de Buena Vista, pero debido a un aplazamiento, fueron denunciados, cercados por la policía y arrestados.
En septiembre de 1957 se rompió la unidad en el aparato militar de la tiranía y en distintos sectores militares aparecieron muestras de descontento con las acciones del gobierno. A fines de junio un grupo de jóvenes, ex oficiales de la Marina de Guerra, con el apoyo de numerosos miembros de ese cuerpo, se vincularon al M-26-7 gracias a los contactos realizados con Frank País García.
El grupo desarrolló un plan de envergadura nacional con el propósito de desarrollar diversas acciones armadas contra puntos claves en La Habana, apoyado por acciones en Cienfuegos y Santiago de Cuba, el 5 de septiembre.
Alrededor de las 5:20 a.m. de ese día, el cabo Santiago Ríos Gutiérrez puso en marcha el plan acordado para tomar Cayo Loco, en Cienfuegos, importante base naval del Distrito Sur. Los combatientes del Movimiento 26 de Julio permanecieron acuartelados y armados. Se ocuparon además, las estaciones de la Policía Marítima y la Nacional.
En Cayo Loco se analizaron los resultados de las acciones iniciales. Julio Camacho Aguilera, jefe de la acción por el M-26-7, conoció a eso de las 9 de la mañana que el alzamiento se estaba realizando solo en Cienfuegos y propuso a Dionisio San Román, oficial de la Marina de Guerra y jefe militar del alzamiento, recoger todas las armas y replegarse hacia las montañas del Escambray, según los planes originales. San Román consideró que sería imposible llegar a esa zona, puesto que la aviación impediría el avance, por lo que ambos jefes decidieron resistir en los edificios ocupados.
Sobre las 10.00 a.m. las aeronaves del Ejército comenzaron a sobrevolar el Distrito Naval y el Parque Martí y a ametrallar y bombardear la zona.
En Cayo Loco, Dionisio San Román decidió unilateralmente ir a contactar la fragata Máximo Gómez y no aceptó llevar escolta de confianza. Fue apresado al llegar a esa embarcación y trasladado posteriormente en un avión militar a La Habana, donde fue torturado y asesinado, junto a Alejandro González Brito.
Poco después del mediodía los refuerzos del ejército, procedentes de Santa Clara, comenzaron a llegar. La lucha se hizo más violenta en el Colegio San Lorenzo, los portales del teatro Tomás Terry, la Estación de Policía, el Ayuntamiento, los altos de la droguería Cosmopolita y otros puntos aledaños.
La dictadura también multiplicó sus fuerzas y ejecutó el ataque final. El hotel La Unión, a escasos metros del parque José Martí, fue convertido en cuartel general y allí se congregaron entre mil y mil 200 efectivos pertenecientes a regimientos de Matanzas, La Habana y Camagüey.
A lo largo de las distintas acciones desplegadas por el Movimiento 26 de Julio y por los civiles y miembros de la Marina de Guerra, cayeron en combate y fueron asesinados muchos revolucionarios sublevados.
Después del triunfo revolucionario del 1º de Enero de 1959, cuando la Caravana de la Libertad entró a la ciudad de Cienfuegos, Fidel habló a la multitud reunida en el Parque José Martí:
“Había que venir aquí, aunque solo fuera a rendir tributo a los héroes que cayeron el 5 de Septiembre de 1957”, expresó.
Acerca del autor
Graduado de Profesor de Educación General en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, de Villa Clara, Cuba (1979). Ha laborado en la Revista Juventud Técnica, semanario En Guardia, órgano del Ejército Central, periódicos Escambray, CINCO de Septiembre y Granma. Desde el año 2007 es corresponsal de Trabajadores en la provincia de Cienfuegos. Está especializado en temas económicos y agropecuarios. En 1999 acompañó en funciones periodísticas a la segunda Brigada Médica Cubana que llegó a Honduras después del paso del huracán Mitch. Publicó el libro Verdades sin puerto (Editorial cubana MECENAS). Ha estado en otras tres ocasiones en esa nación centroamericana, en funciones periodísticas, impartiendo conferencias a estudiantes universitarios, asesorando medios de comunicación e impartiendo cursos-talleres sobre actualización periodística a periodistas y comunicadores. Multipremiado en premios y concursos internacionales, nacionales y provinciales de Periodismo. Fue merecedor del Premio Provincial Periodístico Manuel Hurtado del Valle (Cienfuegos) por la Obra de la Vida – 2012. Le fue conferido el Sello de Laureado, otorgado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura (SNTC). Mantiene evaluación profesional de Excepcional.