La pandemia ha puesto a prueba las capacidades resolutivas en la provincia de Cienfuegos. Uno de los retos mayores se presentó con la disponibilidad de oxígeno medicinal. La rotura de la mayor fábrica productora de ese gas en el país provocó la movilización de fuerzas y alternativas.
Al llamado del Movimiento Sindical fueron los trabajadores de empresas de la Construcción y de otras pertenecientes a diversos sectores quienes se encargaron de la recepción de los cilindros y de ubicarlos en las múltiples salas donde son atendidos los enfermos.
Maité Yera Santana, secretaria general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en esta provincia, explicó que la organización tiene muchos cuadros contagiados con la COVID─19, pero se ha mantenido activa en el enfrentamiento a la pandemia.
Señaló que dirigentes sindicales han apoyado la organización en el cuerpo de guardia del hospital general y universitario Doctor Gustavo Aldereguía Lima, así como en los vacunatorios para la aplicación de las dosis de la eficaz Abdala y en todos los centros de aislamiento de la provincia, en la ejecución de múltiples labores imprescindibles.
La Casa de Tránsito de la CTC se habilitó y funciona también como centro de aislamiento.
Elogió la actitud ejemplar de los trabajadores de la Salud, quienes están en la primera línea del enfrentamiento y afrontan, además del alto número de casos positivos, las limitaciones, complejidades y retos que impone una pandemia de tal magnitud.
Ese territorio cuenta con el apoyo de especialistas de otros lugares del país, como por ejemplo, de estudiantes recién graduados del municipio especial Isla de la Juventud. Esas fuerzas resultan muy valiosas, pues junto a los cienfuegueros, asumen la compleja tarea de priorizar al máximo la atención integral a los pacientes.
Se han adoptado, además, medidas más severas para disminuir en lo posible la movilidad de la población, aunque no llega a ser aún un problema resuelto y sí causante, en buena medida, del aumento del número de contagios.
En todos los medios locales de comunicación se ha reconocido la labor y disposición de los estudiantes universitarios, quienes permanecen en los centros asistenciales y colaboran en múltiples tares necesarias. Por ejemplo, alumnos de la Universidad Carlos Rafael Rodríguez permanecen en los centros de aislamiento establecidos en las dos residencias con que cuenta esa institución de la Educación Superior.
Adecuado ha sido reconocer las actitudes extraordinarias, con ribetes de proezas, de muchos trabajadores que, ante el llamado del Movimiento Sindical, se mantienen en la primera línea y no pocos, en la más peligrosa: la zona roja.