En el Occidente de Cuba se respira recuperación. El viaje de Ida solo trajo de vuelta el espíritu de resiliencia del pueblo cubano, que se reconstruye ante cada embate huracanado.
Esta vez, la pandemia de COVID-19 complejiza el panorama. Niños, adultos mayores, personas discapacitadas y embarazadas reciben atención diferenciada. Cuidando la distancia, la higiene de las manos y la mascarilla, las personas resguardadas en albergues o casas de amistades y familiares retornan a sus hogares, siempre que sean seguros.
Ya en casa, la recogida de desechos es primordial: cristales rotos, tablas, escombros, todo lo que pueda ocasionar daños físicos a sus habitantes. Verificar la calidad del agua para el consumo humano es otra medida fundamental para evitar contraer enfermedades.
Estas y otras recomendaciones están incluidas en la Guía Familiar de la Defensa Civil en Cuba ante casos de desastres. Resumimos las correspondientes a la etapa recuperativa en el siguiente video.