Un ahora o nunca parece ser el clamor de los más de 6 mil indígenas de más de 170 pueblos han llegado hasta Brasilia, en lo que se considera ya, la mayor movilización indígena de la historia de esa capital.
Lucha Por la Vida (#LutaPeLaVida en portugués) es la etiqueta o el mensajes que en redes sociales y medios de comunicación ha acompañado la manifestación que durante semanas ha atravesado bosques, páramos, ciudades para llegar hasta la sede del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, al Congreso y ha parado frente a ministerios públicos en rechazo al Proyecto de Ley 490, con el que se propone que la demarcación de las tierras indígenas se haga mediante leyes.
Por otro lado, se ha anunciado también la apertura de tierras indígenas a la minería clandestina, en contraposición a lo estipulado en el artículo 231 de la Constitución brasileña, que precisa que «las tierras tradicionalmente ocupadas por los indígenas están destinadas a su posesión permanente, y son responsables del uso exclusivo de las riquezas de los suelos, ríos y lagos existentes en ellas».
Según precisa la multiestatal Telesur, la marcha fue convocada por la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) y prevé la realización de plenarias, audiencias políticas con los órganos y Embajadas del Gobierno de Jair Bolsonaro, además de las marchas y manifestaciones públicas.
«No es solo la pandemia la que está matando a nuestro pueblo y por eso decidimos una vez más marchar a Brasilia para seguir luchando por la vida de los pueblos indígenas, por la Madre Tierra y el futuro de la humanidad”, señaló la coordinadora Ejecutiva de la APIB, Sonia Guajajara.
En Marzo pasado, la APIB envió un mensaje de denuncia de la comunidad indígena contra las «políticas de exterminio» y «genocidio» impulsadas por el Gobierno de Jair Bolsonaro, emitido durante una reunión virtual con el Consejo de Derechos Humanos (DD.HH) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y dirigido a la Alta Comisionada de DD.HH. del organismo multilateral, Michelle Bachelet.
El pasado 9 de agosto, en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, la APIB presentó una declaración ante la Corte Penal Internacional (CPI) en la que también denunciaba al actual mandatario por los delitos de genocidio y ecocidio; de ahi que los participantes en la manifestación de estas jornadas, hayan decidido debatir también acerca de las elecciones generales de 2022 y el fortalecimiento de las redes de apoyo a las luchas de los pueblos indígenas.
Se considera que estas comunidades han estado entre las más afectadas por la pandemia de la Covid – 19 y a la vez, las más desfavorecidas por el gobierno, sobre el cual recae la responsabilidad por las tantas afectaciones al ecosistema y en específico, a la Amazonía, donde viven muchas de estas poblaciones que desde la propia campaña electoral, fueron discriminadas y rechazadas por Bolsonaro.