¿Duda alguien que si no existieran las actuales tecnologías de la información y las comunicaciones, también COVID-19 hubiera estado entre las palabras más mencionadas o evocadas?
También sucede con las palabras nuevo coronavirus (llamado así, coronavirus, porque sus membranas tienen puntas en forma de corona), como más se denomina al patógeno detectado en Wuhan, China, causante de esa enfermedad pulmonar y que fue bautizado oficialmente como SARS-CoV-2.
Aunque no se pronuncien o escriban, son tenidos en cuenta porque aún cuando alguien no sepa cómo se formaron esos nombres, el fenómeno al que aluden ha trastornado la vida de la humanidad.
En las redes sociales, la usuaria Indira Romero ha recordado cómo se origina el nombre de la enfermedad que el 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud consideró como pandemia:
El vocablo COVID-19 se remonta al 11 de febrero de 2019, cuando la Organización Mundial de Salud dio a conocer el nombre de la enfermedad, que toma sílabas de las palabras «corona», «virus» y disease (enfermedad en inglés), mientras 19 alude al año de surgimiento (el brote se informó a la OMS el 31 de diciembre de 2019).
En cuanto al bautizo del patógeno:
La denominación viene de las siglas en inglés de Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS) y «coronavirus 2» (CoV-2).
Sobre la palabra pandemia:
Es una epidemia que ocurre en todo el mundo más o menos al mismo tiempo.
Pero una epidemia es
Una enfermedad que, cada cierto tiempo, registra «un aumento de casos seguido de un punto máximo y, luego, una disminución»).
El director de la OMS Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus se apresuró a dar un nombre que evitara cometer los errores como la estigmatización de un país, un animal o una región del planeta. Dijo:
Teníamos que encontrar un nombre que no se refiriera a una ubicación geográfica, un animal, un individuo o un grupo de personas, y que también fuera pronunciable y relacionado con la enfermedad.
Y agregó:
Tener un nombre es importante para evitar el uso de otros nombres que pueden ser inexactos o estigmatizantes. También nos da un formato estándar para usar en futuros brotes de otras y nuevas versiones del coronavirus.
En resumen: Sin permiso del colega Edilberto Tellez, reproducimos un correo electrónico que emitió:
Darío Villanueva ve «fundamental» adaptar el diccionario a la nueva realidad.
El coronavirus ha afectado también a la lengua española, tal y como afirma el exdirector de la RAE, Darío Villanueva, que ha visto cómo las consultas lingüísticas han aumentado significativamente en los últimos meses, de modo que la Academia ha debido adaptar el diccionario a la «nueva realidad».
«No es que haya un nuevo lenguaje, sino que se ha producido un uso más intensivo de determinadas palabras o incluso la aparición de lo que llamamos neologismos, es decir, palabras nuevas que antes no existían», afirma Villanueva (Vilalba, Lugo, 1950), en una entrevista con EFE en la que asegura que el trabajo fundamental de la RAE en este periodo va a ser el tener que «estudiar toda esta terminología para ajustar el diccionario».
No en vano, una nueva realidad exige nuevos términos para definirla, o, por lo menos, matices en algunos de ellos, que han adquirido un significado distinto o han ampliado sus acepciones.
Sin embargo, asegura que la introducción de nuevos términos al diccionario siempre provoca «rechazo» por parte de algunos, por sonar «extraños», aunque en esos casos lo fundamental es ver, según el académico, «si es una palabra que está bien construida y si es genuina del castellano», algo siempre preferible al uso de «anglicismos».
También generó muchas preguntas entre los hablantes la propia denominación de la enfermedad, la COVID-19, en ese caso por si debía usarse en femenino o en masculino; o la denominación del virus que la causa, el coronavirus, ambas, en este momento, fuera del diccionario.
«Lo habitual era una media de 45 millones de consultas al mes y estamos ya doblando esa cifra. No es de descartar que quizás dentro de poco se llegue a 100 millones de consultas al mes de todo el mundo», afirma Villanueva.
Clic aquí para acceder a Guaguas anteriores