Los trabajadores de la Empresa Laboratorio Farmacéutico 8 de Marzo priorizan una de las faenas más importantes en estos momentos para el país: la fabricación de antibióticos con destino a cada una de las farmacias del territorio nacional.
Xenia Madrazo Sagre, directora general de esa entidad perteneciente al Grupo de las Industrias Biotecnológicas y Farmacéuticas de Cuba (BioCubaFarma), explicó que, desde la llegada de nuevos insumos y materias primas en el pasado mes de julio, se ha reanudado la elaboración de fármacos peninsilámicos y cefalosporinas, medicinas que contrarrestan en su gran mayoría las infecciones bacterianas.
La recuperación del escalado productivo en este importante centro de referencia nacional permitirá que paulatinamente, a partir de septiembre, arriben a red de farmacias y los centros de Salud Pública la cefalexina de 250 y 500 miligramos (mg), la cefixima (100 y 200 mg), así como la amoxicilina (250 y 500 mg).
Igualmente se realiza un costoso proceso de inversión para poner en marcha el próximo año otra planta de cefalosporina inyectable, señaló Madrazo Sagre.
Susana Gómez Martínez, directora de Control de la Calidad, expuso que el tiempo de fabricación de estos productos no depende solamente del arribo de los insumos, sino que conlleva rigurosos procesos de análisis de las materias primas en cada uno de los laboratorios, lo cual dilata su fabricación.
En medio de las carencias que implica el bloqueo económico y financiero de los Estados Unidos hacia Cuba, unido a la compleja crisis logística desatada tras la pandemia del nuevo coronavirus, el joven ingeniero en Automática Aslán Mora Pérez hace importantes innovaciones para mantener los equipos que producen estas medicinas.
La industria farmacéutica cubana tiene dificultades en la adquisición de materias primas y las piezas de repuesto y es una faena bien difícil la que hacemos todos los trabajadores de la empresa para mantener todos nuestros equipos en funcionamiento, expresó.
También en la Unidad Empresarial de Base (UEB) Novatec, perteneciente a la Empresa Laboratorios MedSol, de BioCubaFarma, laboran sin cesar para abastecer los hospitales y centros asistenciales de azitromicina, otro de los antibióticos indispensables en el país, el cual forma parte del protocolo de atención a pacientes afectados con la COVID-19.
Juan Luis Benítez Caballero, director de esta UEB, dijo:
Todavía no hay suficientes materias primas para abastecer las farmacias del país con el fármaco, pero más adelante se espera que arriben importantes cantidades de principios activos de este producto para incrementar su producción.
Hasta la fecha, de los 359 fármacos que debe producir BioCubaFarma para el cuadro básico de medicamentos cubanos, se han logrado cubrir 251, lo cual evidencia el esfuerzo de la industria farmacéutica cubana por recuperar su escalado productivo.
(Tomado de ACN)
