Icono del sitio Trabajadores

Mil millones de niños en “alto riesgo” por cambio climático, alerta la ONU

Alrededor de mil millones de niños en todo el mundo se encuentran  gravemente expuestos a los negativos efectos que ocasiona el cambio climático; y es preciso adoptar con urgencia acciones efectivas para protegerlos, porque ellos son más vulnerables que los adultos a las daños ocasionados por ese fenómeno medioambiental que trastorna la vida en la Tierra.

El informe de Unicef sobre la vulnerabilidad de los niños al cambio climático revela “un panorama mucho más grave de lo que podíamos imaginar”, afirma Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de ese organismo de las Naciones Unidas. Foto: Tomada de Unicef

La advertencia fue formulada esta semana por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en la primera edición del “Índice de Riesgo Climático de la Infancia”, informe considerado por los expertos como el primer análisis exhaustivo de los riesgos climáticos que gravitan directamente sobre los niños en todos los continentes.

En comparación con los adultos, los niños necesitan más alimentos y agua por cada unidad de peso corporal, tienen menos capacidad para sobrevivir a los fenómenos meteorológicos extremos y son más susceptibles a las sustancias químicas tóxicas, los cambios de temperatura y las enfermedades, entre otros factores.

“La crisis climática es una crisis de los derechos del niño”, sentenció Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de Unicef, al expresar el respaldo de su organismo a la lucha contra un fenómeno que pone en peligro no solo la salud de los infantes, sino también su educación y su protección, exponiéndolos a riesgos mortales.

En el documento —presentado en colaboración con Viernes para el Futuro cuando este movimiento juvenil mundial a favor del clima conmemora su tercer aniversario—, se revela que casi la mitad de los dos mil 200 millones de niños que hay a nivel mundial (alrededor de mil millones), viven en alguno de los 33 países considerados “de muy alto riesgo” climático; y su número seguirá creciendo a medida que los efectos del cambio climático continúen acelerándose, alerta el texto.

Estos niños se enfrentan a la combinación letal de estar expuestos a múltiples perturbaciones climáticas y medioambientales — como los ciclones y las olas de calor—  y ser además altamente vulnerables debido a la precariedad de los servicios esenciales que reciben, como el agua y el saneamiento, la atención médica y la educación.

“Las perturbaciones climáticas y medioambientales están menoscabando la totalidad de los derechos de los niños, desde su acceso a un aire limpio, alimentos y agua potable, hasta su derecho a una educación, a una vivienda, a estar protegidos contra la explotación e incluso a sobrevivir. La vida de prácticamente todos los niños resultará afectada”, declaró la alta funcionaria de la ONU.

Tal afirmación resulta incuestionable, si se conocen los millones de niños que están “muy expuestos” a los diferentes tipos de amenazas: 240 a las inundaciones costeras y 330 a las inundaciones fluviales; otros 400 a los ciclones y 820 a las olas de calor. También 600 millones de infantes están “muy expuestos” a las enfermedades transmitidas por vectores y 920 a la escasez de agua; mientras 815 a la contaminación por plomo y mil millones a niveles cada vez más elevados de contaminación atmosférica.

“Aunque ningún niño es responsable del aumento de las temperaturas mundiales, ellos sufrirán las peores consecuencias. Los niños de los países menos responsables sufrirán más que nadie”, señala la titular de Unicef, Henrietta Fore. Foto: Tomada de Prensa Latina

Aunque casi todos los niños del mundo corren el riesgo de sufrir alguna de estas amenazas, los países más afectados se enfrentan a crisis múltiples y a menudo enmascaradas que podrían mermar el desarrollo y aumentar las carencias de la infancia. En este sentido, se estima que 850 millones de menores viven en zonas donde se falsean cuatro de las perturbaciones antes citadas, y que 330 millones viven en áreas afectadas como mínimo por cinco peligros considerables.

Cabe destacar que donde se generan las mayores emisiones de gases de efecto invernadero (GEI, causantes del cambio climático), no son aquellos países donde los niños sufren las peores consecuencias del fenómeno, puesto que, en su conjunto, los 33 países “de muy alto riesgo” emiten tan solo el 9 % de las emisiones mundiales de los GEI.

En su reporte, la Unicef exige a los Gobiernos, empresas y demás actores relevantes tomar medidas indispensables para enfrentar la grave amenaza a la vida en la Tierra, entre los cuales incluye reducir antes del 2030 las emisiones de los GEI como mínimo un 45 % respecto al 2010, como reclama la comunidad científica mundial para impedir que la temperatura aumente más de 1,5 grados centígrados.

Asimismo, demanda aumentar las inversiones destinadas a la adaptación y la resiliencia al clima en los servicios más importantes para la infancia; proporcionar a los niños educación sobre el clima y competencias ecológicas, por ser fundamentales para su adaptación y preparación ante los efectos del cambio climático; y además incluir a los jóvenes en todas las negociaciones y las decisiones relacionadas con el clima a nivel nacional, regional e internacional.

También pide garantizar que la recuperación de la pandemia de la COVID-19 no ponga en peligro la capacidad de las generaciones futuras para abordar y responder a la crisis climática.

“Por primera vez disponemos de un panorama completo que nos revela dónde y de qué forma los niños son vulnerables al cambio climático, y se trata de un panorama mucho más grave de lo que podíamos imaginar”, afirma Henrietta Fore. Y luego, la titular de Unicef hace una advertencia, al sugerir que se acabará el tiempo disponible para enfrentar la creciente y mortífera amenaza, cuando señala que:

“… todavía nos queda tiempo para actuar.”

 (Con información de Páginas web de Unicef y Noticias ONU)

Compartir...
Salir de la versión móvil