El enfrentamiento a la pandemia moviliza a muchos. Y muchos dan su aporte desinteresado, altruista, valiente… Entre ellos están los constructores cienfuegueros.
Ante la situación creada a partir de la rotura de la mayor fábrica productora de oxígeno medicinal en el país, hubo que poner en práctica un enfrentamiento de emergencia y agilizar el traslado por diferentes vías.
Y también resultó necesario agilizar la descarga y el traslado a las salas donde permanecen los pacientes afectados por la COVID-19. En el hospital general y universitario Doctor Gustavo Aldereguía Lima esa tarea fue asumida, fundamentalmente, por trabajadores de las empresas Constructora de Obras de Arquitectura (Ecoa) número 37 y la de Mantenimiento y Construcción, adscrita a la denominada Subordinación Local (Gobierno).
Sin importar horas, esfuerzos y distancias los constructores han transportado los pesados balones de oxígeno hasta cada sala, en un gesto de verdadero altruismo, pues las posibilidades de contagio están cercanas.
Una vez más los constructores cienfuegueros, como los de todo el país, evidencian que con ellos se puede contar para cualquier tarea o misión por compleja que sea.
Recuperar camas
También los integrantes del colectivo de la Central Termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes dan su aporte. Los innovadores y racionalizadores de esa entidad ejecutan la recuperación de las camas fowler que están dañadas por su uso prolongado en ese centro asistencial de Cienfuegos.
El propósito es contribuir al aumento de la capacidad para internar y atender a pacientes afectados por la COVID-19.
Trabajadores de otros sectores se mantienen vinculados a centros de aislamiento, sobre todo en las labores de aseguramiento logístico, la limpieza y otras imprescindibles.