Milena Venegas llegó a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 con la responsabilidad de ser la única representante del remo cubano y el calendario la convirtió también en la primera atleta de la delegación en salir a competir.
La joven de 24 años de edad concluyó en el lugar 17 y, pese a quedar lejos de las posiciones de privilegio, remó tan fuerte que consiguió su mejor registro del año en las aguas de Tokio.
Esta no era una competencia a la que iría a por medallas. Lo sabe. Su primera incursión olímpica trataba sobre ganar en otros aspectos, para encarar con mayor solidez el futuro que tiene por delante.
«Estoy muy contenta por haber participado en esta cita. Fue una experiencia increíble para mí. Mucha tensión y alegría a la vez, sentimientos encontrados.
«Los nervios siempre existen, porque somos seres humanos y esta es una prueba muy dura. Me enfrentaba a las mejores mujeres del mundo. Todos sabemos que en Europa hay mucho nivel en el remo. No obstante, salí a darlo todo, sin miedo. No me sentí presionada ni nada por el estilo».
¿Lo positivo y lo negativo de su participación?
«Me dejó mucho conocimiento de las rivales, saber lo que se siente estar bajo los cinco aros y lo que me falta como atleta. Negativo, nada. Estoy muy contenta por lo que hice y segura de que vienen muchas cosas buenas a nivel centroamericano, panamericano y con mente ambiciosa a nivel olímpico».
Si hay algo que le genera cierta inquietud, es no haber podido quedar por encima de la mexicana Kenia Lechuga, la principal rival que tiene en el área. «Ella es una remera muy experimentada, ya que ha estado en más de unos Juegos Olímpicos y varios Campeonatos Mundiales, pero sé que en próximos eventos voy a estar mejor posicionada con respecto a ella para seguir avanzando y mejorando lugares».
Con esta nueva experiencia acumulada Milena Venegas ya aspira a remar en París 2024. Es una meta clara. Dice que con entrenamiento, sacrificio y pasión vendrán pasajes agradables.
«Todo puede ser posible. Solo hay que entregarse a la preparación y mejorar el peso corporal, que fue de los aspectos que más me golpeó», concluyó.
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