Todas las manos, todas

En las últimas semanas decenas de mensajes de apoyo y ofrecimientos de ayuda solidaria han llegado a Cuba. Algunos desde Gobier­nos y pueblos agradecidos, otros de organi­zaciones de diversa índole e iniciativas de sindicatos cuyo referente permanente sobre nuestro país suele estar en las conquistas la­borales sedimentadas por la Revolución o en las recientes acciones altruistas de coopera­ción médica.

Pero esta vez es Cuba quien recibe, y los gestos provienen de agrupaciones y perso­nas que, si bien responden a diferentes ten­dencias políticas, coinciden en que la Cuba solidaria no merece estar bloqueada, me­nos por la potencia más fuerte del mundo; reclaman el fin de esa injusta política de sanciones; y expresan su disposición a cola­borar frente a la emergencia sanitaria que vivimos hoy.

Por razones de espacio solo puedo men­cionar tres ejemplos.

El Sindicato Marítimo de Aus­tralia (MUA) y la Federación In­ternacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) han orga­nizado la campaña Manos fue­ra de Cuba, que busca “recaudar fondos para suministros médicos que se requieren con urgencia y que están siendo negados debido al bloqueo. Las jeringas simples son una muestra. Cuba ha desa­rrollado cinco vacunas contra la COVID-19, pero se le niega el dere­cho a un despliegue de vacunación debido a la escasez de abasteci­mientos básicos”. A esta iniciativa se ha sumado el Proyecto de Ayu­da Internacional Tas Bull, según refiere la convocatoria.

El Departamento de Relacio­nes Internacionales de la Federa­ción de Sindicatos de Toda China, por su parte, emitió un comunica­do donde “apoya los esfuerzos del Gobierno y del pueblo cubano para mantener la estabilidad social. Nos oponemos firmemente a que cual­quier país bajo la bandera de las llamadas ‘libertad, democracia y derechos humanos’, interfiera en los asuntos internos de otros”.

Desde México la Confederación Nacional Nueva Central de Traba­jadores (NCT) convocó “a la comu­nidad internacional, a los pueblos en resistencia y a los movimientos sociales democráticos, a repudiar la campaña intervencionista de la derecha internacional y cobijar con la más amplia solidaridad al pueblo de Cuba y su Revolución”.

Tales gestos, y las ayudas que por disímiles vías han ido llegando a nuestros hogares durante el mes de agosto, expresan la voluntad so­lidaria de gran parte del mundo, así como la gratitud y el reconoci­miento que se ha ganado la Mayor de las Antillas tras 62 años de Re­volución.

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