Este ha sido un encuentro que nos aporta; los temas que ustedes han abordado ya los teníamos bastante diagnosticados, pero ahora se consolidan con sus criterios, dijo el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a especialistas y estudiantes de las Ciencias Económicas con los que intercambió, este miércoles, sobre el estado de cosas de la economía cubana actual.
Los problemas planteados están expuestos en el Informe Central al 8vo. Congreso del PCC y en el discurso de clausura, y ahora ustedes nos lo ratifican y apoyan –reiteró el Presidente de la República, agradeciendo la sinceridad de los participantes durante el debate–, pero también nos han dado salidas que podremos trabajar e implementar apoyándonos en ustedes mismos, e incorporándolos más a lo que estamos haciendo.
El encuentro matutino en la sede de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC) fue el inicio de un nuevo ciclo de los intercambios habituales del Presidente de la República con los diferentes sectores sociales, los que continuarán en las próximas jornadas con jóvenes, líderes religiosos y productores agropecuarios, entre otros.
Participaron representantes de centros de investigación de la economía asentados en la capital, directivos de la ANEC, miembros de la Universidad de La Habana (profesores de las facultades de Economía y de Contabilidad y Finanzas, y estudiantes) y especialistas de estas ciencias en varios organismos.
Díaz-Canel señaló que el objetivo es intercambiar sobre la situación en el país, los problemas que tenemos, exponer por dónde están las acciones que el Gobierno se ha propuesto y recoger propuestas, ideas, aportes que nos puedan dar los diferentes sectores.
Con la asistencia de Joel Queipo Ruiz, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe de su Departamento Económico, el cónclave fue moderado por el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández.
Nuestro propósito –añadió el Vice Primer Ministro– es debatir y avanzar en propuestas que nos permitan, en el escenario actual de la economía cubana, consolidar lo que hemos venido haciendo, y proyectarnos en otras acciones.
«Intercambiemos abiertamente entre todos, vamos a generar ideas, consensos, vamos a identificar oportunidades –que las tenemos–, vamos a identificar reservas y vamos a nutrirnos todos de energía para poder avanzar y consolidar lo que hemos venido haciendo y lo mucho que tenemos todavía por hacer», enfatizó.
Capacitar, capacitar, capacitar
Oscar Hung Pentón, presidente de la ANEC, agradeció la nueva oportunidad dada a los economistas y contadores «de continuar participando en las tareas que acomete el país, como lo han hecho durante todos estos años. La ANEC, como siempre, ha estado acompañando a la nación», sentenció.
Una de sus propuestas –y en la que coincidieron varios oradores– estuvo dirigida al fortalecimiento de la capacitación.
«Ante el reto y los desafíos que enfrenta la economía cubana, la capacitación se convierte en un tema estratégico para mejorar, de forma efectiva, el desempeño profesional de los actores económicos, particularmente de los especialistas de las Ciencias Económicas», explicó.
El primer reto que tenemos hoy –añadió– «es comprender las esencias de las medidas y de las políticas, que no son pocas, todo lo contrario, son muchas; por lo que no basta con conocer el marco legal, sino que debemos entender cada una de las particularidades que tienen estas medidas y estar en condiciones de aplicarlas, por cada uno de los actores económicos, de una manera sensible y con un enfoque innovador».
Señaló que, para alcanzar este objetivo, las empresas de servicios profesionales en el área económica tienen que incorporarse con mayor protagonismo, sumando incluso a los estudiantes universitarios, a fin de enseñar haciendo y aprender haciendo, mediante el entrenamiento en los puestos de trabajo, en lo que la ANEC tiene bastante experiencia.
Son muchas las normas y son muchos los retos del trabajo diario, por lo que no siempre hay claridad en cómo adaptarlas al pedacito de cada cual; entonces tenemos que contribuir a desarrollar habilidades, ayudar a la gente a utilizar los mecanismos económicos y financieros, reiteró.
Pentón analizó también el desempeño de la Contabilidad en las entidades, en la cual –dijo– se ha avanzado poco, aunque su perfeccionamiento esté establecido en los Lineamientos Económicos y Sociales y exista un acuerdo del Comité Ejecutivo.
Para que las empresas avancen –agregó– necesitan una contabilidad que sea sustento de transparencia, de rigor profesional, de oportunidad; por eso, para poner a la economía en condiciones de poder implementar las normas, políticas y medidas ya adoptadas y que se están anunciando, tenemos que enfrentar con mucho rigor el fortalecimiento de la Contabilidad.
Hacer, errar, aprender, crecer
Carlos Manuel Pérez Cueva, economista, profesor de la Universidad de La Habana durante varios años, investigador y líder, por un largo periodo, de la unidad presupuestada de ese centro de altos estudios, es actualmente el director general del Jardín Botánico Nacional (JBN), entre las instituciones de su tipo más grandes del mundo y una joya de la cultura y la ciencia cubana, según lo calificó.
En su intervención en el encuentro con el Presidente de la República, expuso los resultados obtenidos en el JBN a partir de una buena, constante e innovadora gestión gerencial. El centro (una inversión del país en el entorno de los 500 millones de pesos) ha logrado un ostensible avance, a pesar de su complejidad y sus costos de operación, según afirmó.
Durante 50 años el JBN fue subsidiado por el Estado, situación que ha empezado a revertirse desde 2019, a partir de un programa de Gobierno que lo ha favorecido y que le ha permitido iniciar el camino de la autosostenibilidad, informó.
Pérez Cueva explicó que esto se ha logrado a partir de un programa de gastos propios y cada vez mayores, a través, entre otras acciones, de procesos inversionistas constantes ante cada una de las oportunidades que se han presentado, y gracias a que el Plan de la Economía nacional es ahora más flexible. Puso como ejemplo el canopi levantado allí, que costó 200 000 CUC, y en un año se pudo financiar.
Con la autoridad que emana del ejemplo del JBN, el todavía joven economista reflexionó sobre la necesidad de que el Plan de la Economía debe defender las inversiones estratégicas y liberarse de las que no sean fundamentales, independientemente de que los recursos ahora sean bastante limitados.
En esa línea de pensamiento, se pronunció por dejar que los actores económicos estales puedan encaminar emprendimientos propios (el JBN, que ha tenido absoluta libertad para hacerlo –afirmó–) sin tener que enfrentarse a la baja tolerancia que se tiene en el país ante los errores.
Frente a esta realidad, muchos actores económicos estatales –presupuestados y empresariales– antes que hacer cosas y correr riesgos, optan por no hacer nada, dijo Pérez Cueva, quien criticó también el exceso de controles que existen.
Un director de empresa busca más cómo controlar, que hacer lo que tiene que hacer, dijo. La gente no quiere correr riesgos; no se sabe cuánto se pierde por no hacer nada, expresó, para luego sentenciar que los actores económicos «no cambiarán con los nuevos modelos si se continúa con las viejas prácticas».
Locomotoras, límites, oportunidades…
Alfredo García Jiménez, director del Instituto Nacional de Investigaciones Económicas (INIE), adscripto al Ministerio de Economía y Planificación (MEP), reflexionó sobre el desarrollo del turismo mundial y nacional en las condiciones actuales.
Los pronósticos de los organismos internacionales –dijo– indican que la recuperación del sector no será posible hasta dentro de cuatro o cinco años, y esta realidad, de la cual Cuba no está ajena, debe imponer una revisión de las estrategias de inversión, de las capacidades disponibles y de la demanda.
Carola Salas, directora del Centro de Investigación de la Economía Internacional de la UH, comentó, por su parte, sobre la situación de la inversión extranjera en el país y la captación de flujos de financiamiento externo, entre otros temas.
Estos son asuntos que fueron abordados hace más de una década en un libro de la institución relativo a la inserción de Cuba en la economía internacional, pero aún no se ve la concreción de muchas propuestas expuestas en ese volumen, señaló.
En el financiamiento externo se ha avanzado, pero sin la celeridad que el país requiere, expuso; y lo mismo ocurre con la inversión extranjera que, a pesar del bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno de EE. UU., continúa siendo una oportunidad que no se ha aprovechado totalmente.
Continúa –denunció– siendo lento el proceso para insertar en nuestras normativas los requerimientos necesarios para incentivar a que el inversionista extranjero coloque su capital en un país muy riesgoso, como es Cuba; y esto se puede hacer, pero exige asumir políticas más atractivas, con incentivos focalizados y diferenciados para cada inversor.
También se pronunció por establecer vínculos entre la inversión extranjera con proyectos de desarrollo local, incluyendo a personas cubanas que residen en el exterior; y crear alianzas estratégicas en sectores como la biotecnología y las neurociencias.
Carola Salas se pronunció, además, por una mayor utilización de los bonos, como el Bono Soberano que ya se tiene, pero también dándole curso a los bonos corporativos como mecanismo de financiamiento. E igual para las remesas.
Las remesas –especificó– es un acceso al financiamiento que no se ha desarrollado, y más allá del bloqueo se necesita un diseño de políticas para la captación de estas y su utilización, incluyendo la bancarización y el desarrollo de fondos de inversión que tengan en ellas el componente básico.
La Directora del Centro de Investigación de la Economía Internacional de la UH defendió la necesidad de que la inversión extranjera en el turismo aporte a la infraestructura, incentivándola para ello; de que la integración internacional, además de política, se base también en la complementariedad con otras economías, lo que abre una nueva ventana de posibilidades para el país; y de que la cooperación internacional encuentre más y nuevos mecanismos.
Potenciando la gestión del gobierno
En las conclusiones del encuentro con economistas, contadores y estudiantes, en las cuales más de una docena de intervenciones abordaron los más disímiles temas vinculados con la economía cubana, el Primer Secretario del Partido Comunista, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, hizo lo que él mismo definió como una «fría caracterización del momento en que estamos».
Hay –dijo– atraso en la administración pública y en la gestión y administración empresarial en el país; tenemos atraso en buenas prácticas y concepciones en los sectores de comercio, servicios, hábitat, urbanismo; tenemos atraso en la base industrial, en la agricultura…
Todo esto, señaló el Presidente de la República, nos exige potenciar la gestión de gobierno, y el intercambio con ustedes revela con más claridad lo que ya hemos planteado antes con relación a que necesitamos informatizar la sociedad, desarrollar la comunicación social, y buscar las respuestas en la ciencia y la innovación es lo adecuado.
Todo lo que ustedes han planteado tiene que ver –les dijo– con la comunicación; tenemos que aprender a comunicarnos; si no nos comunicamos bien estamos fracturando las esencias de lo que nos hemos propuesto, y todo ello hay que apoyarlo con participación, que para mí pasa por varios momentos.
Un momento es que la gente tenga espacios para decir, explicar, argumentar, proponer y también para dar criterios, mostrar insatisfacciones; otro es la participación concreta, decirse, «yo opiné, yo propuse, y yo me voy a responsabilizar y voy a estar activo en tal tipo de propuesta». Y otro momento es la transparencia, cómo rendimos cuenta los que dirigimos y cómo rinden cuenta los que hicieron una propuesta o emprendimiento y la realizaron.
Es por este camino, explicó el Primer Secretario, por donde tenemos que construir el perfeccionamiento de la acción gubernamental o la gobernanza a nivel del país, sin olvidar que hay cosas que llevan una urgencia y otras requieren trabajar a mediano y largo plazos, aunque todas hay que hacerlas a la vez.
Tras explicar otras contradicciones de la economía, Díaz-Canel se refirió al agobiante impacto que está teniendo en la realidad cubana la agudización del bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno de EE. UU.
El bloqueo –dijo– nos está afectando en todo, más aún después de la puesta en vigor del Título iii de la Ley Helms-Burton, y la injustificada inclusión de Cuba en la espuria lista de países patrocinadores del terrorismo.
Y a esto se agrega la COVID-19 y los enormes recursos que hemos tenido que dedicar para proteger la salud de nuestro pueblo. La pandemia –expuso– la hemos enfrentado con más eficiencia que casi todo el mundo, o que todos, pero a Cuba es a la que se ataca.
Como pueden ver –explicó el Presidente de la República a los economistas– «la ecuación de la economía cubana es muy compleja, y el bloqueo es parte de esas complejidades, independientemente de todos nuestros problemas y las magulladuras del proceso económico-social.
No obstante –señaló– «el bloqueo va a seguir, y no nos podemos continuar lamentando con el bloqueo». Lo que tenemos que ver es «cómo, con nuestro esfuerzo y nuestro talento, superamos ese bloqueo y hacemos las cosas de forma distinta, sabiendo que no es fácil, pero tenemos que encontrar los caminos».
Pero nosotros –añadió– «también tenemos luces». Reflexionó así sobre las medidas recientemente adoptadas y otras anteriores que tendrán –afirmó– un impacto, más temprano que tarde, en el comportamiento de la economía nacional y en el bienestar de la población.
Díaz-Canel detalló al respecto las acciones adoptadas en la agricultura; la pronta apertura de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes); las inversiones en el Sistema Eléctrico Nacional, incluido la flexibilización para la importación, sin aranceles, de equipos que aprovechan las fuentes renovables de energía; el desarrollo de vacunas contra la COVID-19 que beneficiarán, en primer lugar, a nuestro pueblo; y la esperada reanimación de la actividad económica, tanto del sector estatal como no estatal.
Las cubanas y cubanos con sentido de responsabilidad, expresó finalmente el Presidente de la República, «tenemos que buscar una solución diferente para que este país tenga lo que se merece después de tantos años de un bloqueo que es torturante, que es brutal, que es genocida».
(Tomado de Presidencia)