Cuba apuesta por el diálogo en su relación con los nacionales residentes en el exterior, un camino que según afirman hoy fuentes de la Cancillería, permitirá fortalecer sus vínculos.
Al respecto, el director general de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior (Daccre), Ernesto Soberón, significó que no existen temas prohibidos, todo puede debatirse y analizarse, pero sobre la base del respeto a la soberanía y la independencia del país como único requisito, acotó.
El diplomático remarcó cuánto se han transformado desde 1978 los lazos con la emigración, precisamente a partir de atender sus criterios, y agregó que actualmente la nación caribeña es prácticamente lo mismo que el resto de los países en materia de viajes en un sentido u otro.
Cuba tiene en el exterior más de 450 mil ciudadanos con residencia en el territorio nacional, que gozan de algún estatus migratorio en otros Estados, ya sea como ciudadanos, residentes, con permiso para trabajar u otro, comentó Soberón a la publicación OnCuba.
Resaltó que esos números se deben a la ley aprobada en el 2013 y todas las medidas añadidas luego, siempre dentro de la legalidad. «A algunas personas les podrán gustar y a otras no, pero lo que sí está claro es que sus bases son legales, no hay nada arbitrario en esto», enfatizó.
Entre los cambios que se han producido el director de la Daccre mencionó la ampliación de los períodos de estancia en la isla antillana (hasta un año), que antes eran limitados; así como el incremento del tiempo que es posible permanecer en el exterior sin cambiar el estatus migratorio (24 meses).
También la autorización para que los cubanos pudieran entrar por vía marítima al país, una decisión condicionada por circunstancias históricas, pues no pudo ser adoptada hasta que cesaron el robo de embarcaciones, la violencia asociada a estos y los ataques por mar, explicó el diplomático.
Otras medidas aplicadas fueron la eliminación de la carta de invitación y, durante la pandemia de Covid-19, la posibilidad de viajar con el pasaporte ya vencido sin prorrogar, además de la posibilidad de permanecer por más de 24 meses fuera de fronteras sin tener que pagar prórrogas.
Soberón, asimismo, destacó la participación de los emigrados, por primera vez, en el proceso de debate de la nueva Constitución (2018), sin limitaciones de ningún tipo; gracias a lo cual recibieron comentarios de más de 130 países.
Aún hay asuntos pendientes, consideró, sin embargo todo está sobre la mesa de discusión.
En este sentido, dijo que entre los elementos que despiertan mayores inquietudes están el alto valor del pasaporte y la limitación de entrada vigente para un grupo reducido de cubanos, por distintos motivos.
(Tomado de Prensa Latina)