Tokio.- Apenas llegó al Makuhari Messe todos querían tirarse fotos con él. Al menos un selfie con la figura más importante de la lucha grecorromana en estos Juegos Olímpicos. No existe otro tricampeón olímpico capaz de arrimar a su sombra un cuarto título que encumbraría más su leyenda en estas citas y en la historia del deporte cubano.
Mijaín sonreía mientras estiraba músculos y daba sus primeras carreras. Sudaba y sudaba. Hacía 17 años había entrado en una zona de calentamiento igual, en Atenas 2004, y terminó quinto. Nunca más conoció ese lugar bajo los cinco aros. Era su penúltima jornada en una lid olímpica, pues la final estaba pactada, por vez primera, para el día posterior a las rondas de octavos, cuartos y semifinal. “Parece que querían perjudicarme, pero igual me preparé para esto”, dijo confiado el pinareño.
Se ajustó la licra y la primera víctima sobre el colchón fue el rumano Alin Alexux Ciurariu (9-0), luego le tocaría al iraní Amin Mirzazadeh (8-0) y en semifinal repitió la película ganadora de la discusión del título en Río de Janeiro con el turco Riza Kayaalp (2-0), quizás el más envenenado de sus rivales en los últimos años.
Son 130 kilos de oro. Este 2 de agosto busca ser el gladiador más exitoso de su división y entre todos los luchadores hombres que han pasado por el concurso olímpico. Solo la japonesa Kaori Icho tiene igual cuarteta de doradas en su vitrina entre las damas.
Mijaín extendió un año más su retiro para demostrar que sí podía. Por cierto, este domingo también vimos algo inusual en una competencia oficial. Cada uno de sus rivales, tras terminar vencidos, le dio un abrazo. De despedida. De caballero. De honor.
Deporte: Lucha grecorromana División: 130 kg
Premios:
– Oro en JO Beijing 2008, Londres 2012, Río de Janeiro 2016
– Oro en JP Río de Janeiro 2007, Guadalajara 2011, Toronto 2015, Lima 2019
– Oro en JCAC Cartagena 2006, Veracruz 2014, Barranquilla 2018
– Oro en CM Budapest 2005, Bakú 2007, Herning 2009, San Petersburgo 2010, Tashkent 2014
