Tokio.- La diferencia mayor de estos Juegos Olímpicos con otras ediciones la ha puesto, sin duda, la pandemia, pero también su gente. A veces para bien, otras veces en exceso. Y no son pocas las historias que podemos atestiguar con impresionante recuerdo.
La puntualidad es una de sus armas más distinguidas. Si le dicen que la guagua saldrá a las 7:12 de la mañana, no intente llegar a esa hora o abrirle los brazos para que les “dé un chance” porque no lo harán (aunque vayan vacías). Ese es el tope para arrancar y ya varios colegas (no solo cubanos) han sufrido el desplante por llegar ¡20 segundos, 10 segundos más tarde! Y toca esperar una media hora o más, con la consiguiente afectación en el trabajo.
Pero si de afectación se trata, el mecanismo para entrar a las instalaciones sí que es una odisea y jamás vivido en estas citas. Primero, hay que realizar, vía digital, una reserva diaria de hasta 10 instalaciones como máximo. El código de la credencial y su fecha de nacimiento son suficientes.
Luego estará pendiente hasta bien entrada la madrugada, para conocer cuáles aprobó el Comité Organizador para la jornada siguiente, pues no puede presentarse sin esa confirmación en el correo. ¿Colarse? En cada centro hay una lista impresa que vuelven a chequear cuando usted llega. ¿Control o burocracia?
Sin embargo, de las cosas más llamativas sigue estando el calor sofocante de la ciudad. Tanto suben las temperaturas que en todos los lugares hay aire acondicionado: hotel, ómnibus, centro de prensa y solo faltaba en la terminal de guaguas. Al día siguiente de la inauguración comenzaron a aparecer aparatos portátiles, pues en una hora de espera te puedes derretir con total facilidad.
Los organizadores lo saben, lo advierten y hasta te ayudan a combatir las altas temperaturas, al colocar en las mochilas obsequiadas a cada participante sobres o pastillas de sales de rehidratación “por si las moscas”. Ya nos enteramos que un colega europeo las necesitó en el ciclismo de ruta.
Finalmente, son tan estrictos los protocolos que cada tres días todo el personal de los Juegos debe realizarse test de antígenos; no se puede ir de pie en la guagua aunque vayas tú solo; y solo 14 días después de entrar al país y dar negativo por enésima ocasión te permiten, previa entrega de una tarjeta, salir del circuito actual de los Juegos. ¿Hay más? Sí, claro, sobre todo ahora que se espera un tifón, el cual pudiera atravesar el país.
¿Se habrá trasladado el gustado espacio de Radio Progreso para esta cita cuatrienal? ¡Qué gente caballero, pero qué gente
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