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Tokyo Dome: el estadio, la foto y una risa

Tokío.— Conocido por muchos como “El Huevo Grande”, el más emblemático estadio de Japón, el Tokyo Dome, celebró el pasado 17 de marzo sus primeros 33 años de inaugurado. En medio de estos Juegos Olímpicos no servirá de sede al béisbol, pero casi nadie puede dejar de ir a conocerlo, tirarse una foto en sus alrededores o visitar parte de sus instalaciones.

La entrada principal dle estadio Tokyo Dome, siempre iluminada

Para quienes hemos podido presenciar un partido de béisbol en uno de los 55 mil asientos que alberga, el recuerdo más entrañable pasa por el cariño inmenso que profesa la afición nipona a nuestras selecciones nacionales allí. De eso hemos escrito más de una vez y nunca será suficiente, pues se trata de un respeto, admiración y reconocimiento pocas veces visto fuera de Cuba.

Además del parque beisbolero techado, el Tokyo Dome en su conjunto es un gran complejo donde sobresale el parque recreativo con una enorme montaña rusa, los centros de apuesta de carrera de caballos y el Salón de la Fama del Béisbol Japonés, entre otros lugares atractivos y de obligada visita para peloteros, periodistas y turistas.

Como detalle singular, este estadio es el único que ha recibido juegos en los cuatro Clásicos Mundiales celebrados, en tanto ha sufrido varias remodelaciones, la última de ellas en el año 2020, cuando se pretendía que acogiera el retorno de las bolas y los strikes al concierto olímpico, decisión que recayó finalmente en el estadio de Yokohama.

Su comodidad en los cuatro pisos que contiene su diseño estructural permite ser comparado con cualquier teatro del mundo, de ahí que haya servido también en la década del 90 y la primera del siglo XX para conciertos de Madonna, Beyoncé, Britney Spears y Celine Dion, por solo mencionar los de más impacto universal.

Varios cubanos han pisado su superficie sintética más allá de las ediciones de los Clásicos del 2013 y 2017. Allí jugó Omar Linares con los Dragones de Chunichi entre 2002-2004 y en fechas más recientes, desde la apertura de los contratos profesionales, lo han hecho Alfredo Despaigne, Frederich Cepeda, Liván Moinelo, Raidel Martínez y Yurisbel Gracial, entre otros.

Según las reglas establecidas por la altura de la cúpula, cualquier bola que golpee o se quede atrapada en los elementos que cuelgan en el techo de la zona de los jardines se considerará jonrón, mientras si choca en otra parte de la blanca lona o membrana flexible se considerará como viva y en juego.

Por supuesto, la majestuosidad del Tokyo Dome la completa una afición disciplinada y entusiasta, capaz de delirar por uno de sus ídolos a niveles de infarto. A la hora de tirarnos una nueva foto en las afueras del estadio este jueves, una voluntaria solo atinó a comentar en un español enredado: “¿Cubano?, ustedes sí saben jugar béisbol del bueno”.

Y todos reímos.

Vista del Tokyo Dome por dentro. Foto: sitio oficial
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