A muchos de los congregados en la sede de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), en la provincia de Las Tunas, les llamó la atención que Irenia del Carmen Díaz Guillén viniera a donar sangre, precisamente el día de su cumpleaños, y ella regaló una sonrisa y una convincente explicación: “Nada, coincidieron en fecha, y no podía abstenerme a decir presente a la convocatoria realizada por la Central de Trabajadores de Cuba. Y, aquí estoy”.
Todos sus interlocutores coincidieron en cederle el derecho a ser de las primeras en extender su brazo solidario y dar su aporte, aunque el festejo tenga que ser pospuesto, “porque las celebraciones y la alegría son todos los días, cuando una está contenta consigo misma”, aseguró.
Y después de brindar su aporte dijo a Trabajadores: “Sabemos que la provincia está cumpliendo sus planes, pero la situación con la pandemia nos exige un poco más, porque son momentos complejos y preocupantes por el alza de los contagios”.
Irenia es asesora jurídica en la Empresa de Transportación y Servicios a la Mecanización (TRANZMEC), del Grupo Azucarero Azcuba, y, aunque no es una donante habitual, “ya lo había hecho en otras oportunidades y hoy he venido respondiendo a la convocatoria de nuestro sindicato para cumplir con este solidario gesto solicitado por la CTC aquí.”
La miembro del Secretariado Provincial de la organización obrera, Dagmara Peña Sánchez, habló entusiasmada de la respuesta que dieron al llamado los afiliados de diferentes sindicatos y enfatizó que ya se ha convertido en una tradición de los trabajadores tuneros la realización de donaciones voluntarias de sangre.
Comenta que en esta oportunidad ha llegado el banco móvil a la sede de la central obrera solicitado para saludar dignamente el aniversario 68 del asalto a los cuarteles Moncada (Santiago de Cuba) y Carlos Manuel de Céspedes (Bayamo, Granma, escenificado por la Generación del Centenario el 26 de julio de 1953 dirigida por el Líder Histórico de la Revolución, Fidel Castro.
Dagmara muestra entusiasmada el certificado entregado por el Ministerio de Salud Pública que reconoce el destacado y sistemático aporte del movimiento sindical tunero a este programa nacional, orientado a preservar la vida, “tan amenazada en estos tiempos de compleja situación epidemiológica que enfrenta la humanidad”.
Así, el brazo solidario de los trabajadores tuneros se extiende para ayudar a los necesitados, en gesto que se multiplica en todo este territorio oriental y llega a otros centros laborales, a donde llegan donantes bisoños y otros con experiencia unidos por el altruismo fundado por la Revolución.
