Queridas hermanas y hermanos, el amor salva y la paz nos une. Cuba es un pueblo libre, soñador y triunfante; en el que jamás ha imperado el odio, la intriga ni la manipulación.
Con la fe que nos sostiene hemos vencido cada momento histórico, con altruismo, independencia y coraje; la violencia jamás ha tenido cabida entre nosotros.
Si Dios es nuestro pastor, nada nos falta, Él nos guía por el camino correcto: esta ha sido nuestra fe y nuestra brújula alimentada por el amor al trabajo, al prójimo, a la familia y a la estabilidad de la Patria.
Andemos juntos, preocupándonos los unos por los otros, cuidemos por la salud de todos, estimulemos el amor y las buenas obras, no nos dejemos provocar jamás; el odio y la violencia conducen a la destrucción humana. Amémonos entre todos! Que la luz del triunfo nos acompaña.
Por encima de todas las carencias y peligros vistámonos de amor, paz y unidad; mantengámonos alertas, permanezcamos unidos y firmes. Defendamos nuestras conquistas. Que eso es ser valientes.
Hoy nuestros sueños se erigen sobre la sangre y el sacrificio de Martí, de Maceo y de Máximo Gómez.
Recordemos que Cuba es nuestra y de las generaciones venideras, siempre sobre los principios del bien y el amor al prójimo.
Que en esta hora nos guie la paz, la fe y el bienestar de la familia cubana.
Dios bendiga nuestra tierra y a su gigantesco pueblo.
PLATAFORMA INTERRELIGIOSA CUBANA.