A muchos no les avisaron, a otros sí, pero esas convocatorias no importaban este lunes. Era el día y el momento exacto en el cual se debía proteger la tierra, lo nuestro, la Patria.
Fue así como hijos del Camagüey: obreros, campesinos, dirigentes sindicales, médicos, torneros, amas de casa… se fueron desde temprano a la Plaza de los Trabajadores, para mostrar lo que quiere la mayoría, para hablar de quiénes son realmente los revolucionarios.
Uno de los que allí se presentó fue Yosvany Otero Díaz, obrero de la Fábrica de Bombas de Agua, quien con overol y restos de grasas en sus uñas, sostenía la bandera cubana cual si fuera su propia vida.
“Hacer bombas de agua, comenta, es duro, sobre todo cuando un bloqueo económico como el que sostiene los Estados Unidos contra Cuba te impide tener la materia prima necesaria. Hay que innovar mucho para fundir o para moldear. Pero lo hacemos con nuestro esfuerzo y así ayudamos al país y eso no me lo van a quitar unos vende patrias. Ellos lo que quieren es hundirnos, pero esto no lo hunde nadie”.
Y es que como expresara Yulian León Rondón, secretario general del Comité Provincial de la CTC, “no serán las marchas ni tumultos antisociales los que detendrán una Revolución tan grande como la nuestra. Hemos sabido sobrevivir y lo seguiremos haciendo, porque nos guían nuestros principios y vergüenza revolucionaria”.
Carteles, banderas, imágenes de Fidel, Raúl o Díaz-Canel; gritos de “Venceremos”, “La Patria es nuestra” o “Aquí no se rinde nadie”, matizaron el desfile de pueblo, que se realizó luego de escuchar la comparecencia televisiva de nuestros principales líderes políticos.
Hacia la histórica Plaza de La Libertad se fue el mar de gente, por las principales calles agramontinas, para cantar el himno y reafirmar que Cuba sigue siendo de los revolucionarios.
El joven Roberto Fernández Carrazana, presidente de la FEU en la Universidad de Ciencias Médicas, al tomar la palabra y expresó que ese encuentro de generaciones “era la forma perfecta para confirmar el compromiso con la Patria.
“Porque en estos meses duros de enfrentamiento a la pandemia todos nos hemos enfrentado a ese reto y debemos vivir orgullosos”.
Para Jorge Luis Broche Lorenzo, integrante del secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, lo que vivió en Camagüey es una muestra de amor patrio, “fue un pueblo unido que defendió sus calles y las conquistas que hemos logrado con mucha sangre.
“El pueblo agramontino ha demostrado que defiende la Revolución y que es fiel seguidor del Comandante en Jefe; ahora con esa misma energía continuará avanzando en la economía y se ordenará mejor para enfrentar ese reto que nos queda, que es la Covid-19”.
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