Desde este domingo entraron en vigor casi un centenar de medias que favorecen la restricción de movimiento de personas y vehículos en aras de aportar a los esfuerzos por disminuir las altas cifras de transmisión de la COVID-19 en esta suroriental provincia.
En varios espacios radiotelevisados las máximas autoridades políticas y gubernamentales del territorio, en compañía de expertos en epidemiología, explicaron a la población el complejo panorama que compulsa la decisión.
Entre las cuestiones que iniciaron hoy figura la paralización total del transporte público de pasajeros, tanto del sector estatal como no estatal, suspensión o compactación de servicios públicos, e incremento del trabajo a distancia y el teletrabajo.
Para favorecer la materialización estas y otras acciones habrá un acercamiento a los barrios de prestaciones básicas como son la distribución de alimentos, priorizando los segmentos más vulnerables.
En las entidades que continúa laborando, siempre con un mínimo imprescindible de empleados, las administraciones garantizan, bien con sus propios medios, o a través de un contrato con empresas transportistas, la entrada y salida de los trabajadores.
En la provincia de Santiago de Cuba el SARS-CoV-2 está presente con variantes que resultan más agresivas y de mayor transmisibilidad, con un comportamiento de los contagios de manera dispersa y sostenida en los nueve municipios.
Este paquete de medidas, junto a otras que desarrolla en sector de la salud pública, particularmente la elevación de la calidad de la pesquisa, debe contribuir a disminuir el número de casos que diariamente se diagnostican con la peligrosa enfermedad respiratoria.
En ello este territorio tiene experiencias validadas en positivo por la práctica pues durante 187 días Santiago de Cuba mostró cero contagiados.