Dos cuestiones impactan en estos momentos sobre la realidad de Villa Clara: el paso reciente de la Tormenta Tropical Elsa y el enfrentamiento a la pandemia, que en este territorio va aumentando sus casos positivos y complejizando el escenario sanitario.
Sobre cómo enfrentará el movimiento sindical de la provincia las circunstancias actuales, Trabajadores conversó con Julio Morales Verea, secretario general de la CTC en la provincia.
«La realidad es que Elsa afectó poco al territorio villaclareño, no obstante en el municipio montañoso de Manicaragua se produjeron incomunicaciones en las zonas más elevadas, particularmente el poblado de Jibacoa. Por tanto, hacia ese lugar se concentrarán los esfuerzos para apoyar cualquier situación de ser necesario», precisó.
«Es de reconocer la labor realizada con urgencia por los colectivos laborales para resguardar los medios de trabajo, equipos, materias primas; al punto de no reportarse pérdidas hasta el momento, esto habla de la capacidad y experiencia adquiridas ante estos fenómenos naturales por nuestros trabajadores y los directivos», dijo.
«Es destacable cómo los sectores agrícola y azucarero se prepararon para esta contingencia, quienes taparon toda la hoja del tabaco que está lista para procesar y la azúcar que estaba almacenada, dos renglones fundamentales de nuestra economía, así como los del Valle del Yabú y otros polos productivos de la provincia que cuidaron de manera ejemplar las casas de cultivos, regadíos etc. , de igual manera los medios informáticos de cada entidad fueron protegidos, los implementos de Etecsa, por solo mencionar algunos ejemplos», especificó el dirigente sindical.
«Significativa resulta la entrega del personal de Salud que en esas condiciones mantuvieron su profesionalidad y humanismo en hospitales, centros de aislamiento y de evacuados para proteger la población, así como la de los trabajadores eléctricos que están tratando de mantener vitalidad en el servicio y ahora se le adicionó otra complicación», reconoció.
Además, los trabajadores hidráulicos, que mantienen incluso actualmente una vigilancia hidrológica exacta, los meteorólogos y la prensa hicieron un trabajo encomiable en la función de alertar y comunicar.
«En estos momentos se reordenan los centros de trabajo, se realiza limpieza de áreas, y se reajustan las labores productivas para en breve tomar su ritmo cotidiano. La misión es producir, avanzar en los planes y programas priorizados como la producción de alimentos, la elaboración de materiales de la construcción para las viviendas y otras obras medulares, y potenciar renglones exportables», indicó Morales Verea.
«Está la alerta permanente de cuidarnos, de cumplir las medidas sanitarias y los protocolos establecidos en cada puesto de trabajo para evitar la propagación de la COVID-19. Nuestros trabajadores son la gran fortaleza, su salud y estabilidad nos hacen prosperar. Las organizaciones de base deben estar atentas de toda la situación de sus colectivos, participar de la pesquisa en cada centro laboral, ser garantes de que todo funcione como está indicado y que las labores se realicen con eficiencia. Ahora nos corresponde producir y avanzar», concluyó.
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