Como ya es costumbre en la provincia de Matanzas, las instituciones culturales clasifican entre las primeras en adelantarse en la protección a posibles embates meteorológicos y esa postura mucho se asocia al patrimonio que ellas atesoran.
Si un centro trasciende por su postura a favor de la prevención es el Museo Farmacéutico, antigua Botica Francesa, ubicado en la parte más céntrica de la urbe yumurina, conocida como la Atenas de Cuba.
Desde antes de la llegada de la temporada ciclónica, de junio a noviembre, Marcia Brito Hernández, la directora de la institución, gestiona lo que necesita para preservar la botica, con 139 años de fundada, de cualquier probable daño.
“Las experiencias de otros momentos han sido las mejores enseñanzas”, asegura.
“Hemos tapiado todos los vitrales, se ajustó la tercera azotea, el torreón de la veleta que se está restaurando, y ya está protegida en su totalidad la tercera planta”, manifiestó.
“En el segundo nivel, donde radicaba la casa de la familia Triolet, se tapiaron los medios punto y las lucetas que dan al patio central y la fachada. Procedimos con los puntales de la botica y las puertas de cristalería de la entrada”, detalló a la página web de Radio 26, la emisora principal de esta occidental provincia.
“Los bienes están a buen recaudo y se han guardado las colecciones más vulnerables, conservadas con mucho celo, como siempre hacemos ante el probable paso de un evento meteorológico”, afirmó.
Declarado Monumento Nacional en el 2007, En este sitio se descubren asimismo infinidad de rarezas como los caramelos de miel para los niños; el polvo de cuerno de ciervo, conocido como el afrodisiaco natural más potente del mundo; instrumental médico, una autoclave, un generador de oxígeno, el primer tipo de electrocardiógrafo que Estados Unidos comercializó en 1920.
También hay jeringas, materiales ginecobstétricos como fórceps, espéculos y separadores. En el zaguán hay una escalera de mármol blanco de Carrara para acceder a la casa, está la bicicleta de ruedas de madera que usaban los mandaderos, la primera cabina telefónica pública que tuvo la ciudad de Matanzas y un etiquetero formado por 150 gavetas.
El museo se cataloga como la única farmacia del siglo XIX que mantiene su misma estructura, con piezas originales y el tesoro de un millón de fórmulas de las farmacopeas francesa, norteamericana, española y cubana, las cuales han sido digitalizadas y ofrecidas a la memoria del mundo.
El museo, que posee los Premios Nacionales de Patrimonio en las categorías de Restauración (2008) y Conservación (2020), destaca por bellísima estructura y concepción decorativa, reflejada en las estanterías, molduras, vitrales y diseño de las salas.