Con la satisfacción de no haber reportado ni un solo foco de transmisión de la COVID-19 en las instituciones educativas, la provincia de Las Tunas cerró el calendario escolar 2020-2021 de la enseñanza general con nuevos retos y aprendizajes para el sector, el estudiantado y las familias.
Así lo informó en comparecencia ante la prensa y el pueblo de Las Tunas el director provincial de Educación, Nilser Piñeda Cruz, quien explicó que el territorio vivió un curso con una importante adecuación curricular de 39 a 31 semanas y un denominador común para la toma de cualquier decisión, la protección de infantes, adolescentes y jóvenes.
Bajo esas circunstancias, unos mil 700 estudiantes de décimo y onceno grados se quedaron sin examinar, así como otros de la Enseñanza Técnica y Profesional y de las escuelas pedagógicas, proceso evaluativo que se realizará en el mes de septiembre próximo tras recibir los contenidos de forma presencial, así como las revalorizaciones para subir notas, puntualizó.
Piñeda Cruz subrayó que el fin de noveno grado se realizó con éxito, lo que favorece la continuidad de estudios para este nivel educativo, además de varios ejercicios de las especialidades pedagógicas que lograron realizarse incluso con mayor rigor y calidad.
Hemos aprendido a convivir a partir del nuevo código de vida impuesto por la pandemia y así protegernos –agregó–, etapa en la que ha desempeñado un papel fundamental el factor psicológico, sobre todo ante la confirmación de casos positivos al SARS-CoV-2 que involucraron a las familias y comprometieron la presencialidad en algunas aulas y centros durante varios días.
Con el cese de las actividades presenciales más de 83 mil estudiantes estarán en sus comunidades, de los cuales unos 26 mil pertenecen al programa Educa a tu Hijo de la primera infancia, eso indica que hay que extremar la percepción del peligro y evaluar lo previsto en la recreación que se realizan en la etapa estival, recalcó el directivo.
Mientras, una parte importante de los 20 mil trabajadores del sector estará enfrascada en apoyar a la salud en los meses de vacaciones, sobre todo en los centros de aislamiento dispuestos para el enfrentamiento a la enfermedad en los ocho municipios de la provincia.
Para las familias trabajadoras que en estos momentos resultan imprescindibles en sus centros laborales, con énfasis en la salud, la producción y los servicios, se ha decidido mantener activos los círculos infantiles y un grupo de escuelas, beneficio que necesitará de una carta de solicitud debidamente fundamentada y para lo que se garantiza el cumplimiento estricto de las medidas de prevención y control de la COVID-19.
Cuando la provincia de Las Tunas atraviesa su peor escenario epidemiológico, el cierre de las actividades de la enseñanza general ha sido un verdadero reto, esfuerzo mancomunado entre docentes y familias que deja lecciones aprendidas para cuando se abra un nuevo capítulo de uniformes, cuadernos y mochilas. (Tomado de ACN)