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LA GUAGUA: El poder de la palabra

El Live de Buena Fe: ¡Estreno mundial de La Fuerza de un país! (+ Video) estuvo dedicado a la canción La Fuerza de un País, compuesta por Israel Rojas y dedicada a los científicos cubanos que han trabajado en los cinco candidatos vacunales.

Ese espacio que sale al aire por las redes sociales generó comentarios digitales de los cuales tomaremos algunos para hilvanar el tema de la invencibilidad de la fuerza de las ideas, pero también del poder de la palabra.

 

 

Antes de continuar, si lo desean, pueden deleitarse con la melodía, leer su letra y luego continuamos el trayecto.

 

[youtube url=»https://www.youtube.com/watch?v=vgT-HmJ-EH8&t=109s» width=»520″ height=»460″ title=»La fuerza de un país Buena Fe»]

 

LA FUERZA DE UN PAÍS
En este frasco
Ruge un silencio plebeyo
Como de tropas mambisas
Prestas al toque a degüello.
En este bulbo
Humedad de amor bravío
Baraguá navega eterno
Por lágrimas de Dos Ríos.
En este envase
Democracia sin alarde
Orgullo para el honesto
Vergüenza para el cobarde.
En esta dosis
La Virgencita de la Caridad
Bendice al bravo David
Que enfrenta a rudo Goliat.
En este frasco
Se concentran las secuelas
En vez de erigir casinos
Ponerse a sembrar escuelas.
En este bulbo
Con evidencias de otredad
Responde esta tierra libre
Que patria es humanidad.
En este envase
Hay desvelos, sobrecargas
De estrellas hoy encendidas
Por aquel sol de luz larga
En esta dosis
Están la fe y la fuerza de un país,
Más protegido, más inmune
Más feliz.
(Israel Rojas)

Aunque hay numerosos comentarios digitales y post en las redes sociales que elogian desde todos los puntos de vista, seleccionamos los que se refieren a las palabras por la belleza con que están colocadas.

La canción incluye vocablos como Baraguá, Dos Ríos, Democracia, la Virgencita de la Caridad, David, Goliat, Patria es humanidad, vocablos que nos hacen pensar en Maceo, Martí, los mambises, al imperialismo y a la pequeña Cuba, sin necesidad de mencionarlos directamente, aunque están muy presentes.

Veamos los comentarios digitales:

DANIA Yanes Espinosa dice:

Muy buena canción de BUENA FE, la letra y música ¡estupendas! como nos tienen acostumbrados. Me ha llegado al alma

Xiomara Peña dice:

Muy bella la letra, es el sentir de la historia, de los esfuerzos de nuestra Revolución, de nuestros científicos, de los verdaderos hombres de ciencias, de nuestro Fidel. Buena Fe: ejemplo de artistas que aman su patria, ¡Bravo! El pueblo cubano los admira.

Pavel Ferreiro Vazquez dice:

En momentos tan difíciles y cuando urge la unión y fraternidad de todos los cubanos de bien, siempre surge Buena Fe con sus letras tan oportunas y contundentes, alabando lo que deba ser alabado y criticando sin miedo nuestras faltas. Y este es un logro gigante de verdaderos héroes. Bravo por Buena Fe.

Jesús Efraín Ajuria Lauxurique dice:

Al leer la letra de la canción viene a mi mente una frase de nuestro Fidel: La revolución es una sola, comenzó en el 68 con el alzamiento de La Demajagua y llega hasta nuestros días.

Sí, hasta nuestros días porque seguimos combatiendo, ya no con balas, ahora con las ideas, con la palabra, con la vergüenza de ser legítimamente cubanos.

Gracias Joel por la palabra gracias Buena FE por el lirismo.

AlfredoMS dice:

La letra de esta canción es un himno a la patria cubana. Es un canto de alabanza a Martí, Maceo, Gómez, a todos los mambises, al carácter indómito y soberano de los cubanos, un reconocimiento a Fidel y a nuestros científicos, es un duro reproche a la actitud de Estados Unidos hacia Cuba. Y todo eso lo escribe el autor, sin mencionar a Martí, ni a Maceo, Gómez, Fidel, nuestros hombres y mujeres de ciencia, sin nombrar ni a Cuba ni a Estados Unidos. Por esa belleza metafórica, yo considero a esta letra, una obra de arte.

En resumen: El poder de la palabra está esencialmente respaldado por las emociones y los sentimientos, por lo cual cada persona las emitirá y recibirá con matices relacionados con sus conceptos y sistema de valores.

No solo con las armas de fuego, también con las palabras se puede construir o destruir, pues son capaces de convertirse en pensamiento y acción tras emocionar como esta canción que transmite y fortalece convicciones.

Nos comunicamos con las palabras (oral o escrita) y mediante ellas construimos relaciones en el proceso de hacer revolución, por eso hay que tenerlas todas presentes con todo su significado, aunque por estilo o belleza en el lenguaje no las usemos en ese momento.

En lo que se dice, pero también en lo que se hace, cómo y por qué se hace radica en las palabras ese poder de conducirnos a una acción, como sucedió aquel 16 de abril de 1961 cuando el Comandante en Jefe Fidel Castro habló a un pueblo congregado en la céntrica esquina de 23 y 12 en la capitalina barriada del Vedado.

 

[youtube url=»https://www.youtube.com/watch?v=-GsvPVEx34U» width=»520″ height=»460″ title=»sobre discurso fidel declarando caracter socialista de la revolucion cubana»]

 

En esa ocasión, Fidel se dirigió a los compañeros del Ejército Rebelde y de las Milicias Nacionales Revolucionarias; y en general a los cubanos todos, cuando todavía reinaba la confusión sobre el denostado socialismo, una palabra que la burguesía asoció con lo peor del ser humano.

El Comandante en Jefe dijo en ese momento definitorio:

Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos ahí en sus narices ¡y que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de Estados Unidos! (Aplausos y exclamaciones de: “¡Pa’lante y pa’lante, y al que no le guste que tome purgante!”)

Gracias al poder de la palabra, de allí partieron hacia Girón, los obreros y campesinos, un pueblo entero a defender con sus fusiles las ideas invencibles de una Revolución socialista.

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En una reunión con trabajadores de la Cooperativa de Ómnibus Aliados en La Habana, el 30 de marzo de 1959, Fidel dijo: «Ustedes saben que uno de los lugares donde más se discute de política, de revolución, de economía y de todo, es en el ómnibus, ¿no? Es como una plaza pública el ómnibus, es como una mesa redonda; un ómnibus es como una mesa redonda permanente, donde todo el que sube opina. (…) a veces pregunto qué se habla en los ómnibus, para enterarme de cómo andan las cosas.»
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