Luis Orlando Aliaga Martínez, bailarín y coreógrafo de la compañía Tiempo Sabás, ha concebido una dramática danza inspirada en Pasitos, el callejero que meses atrás conmovió a las redes y a la comunidad animalista en Cuba por la crueldad de algunos y la inmensa bondad que habita en otros.
El joven artista se inspiró en aquella historia para participar en el Concurso Coreográfico DANCECOREO International, convocado por la compañía Lizt Alfonso Dance Cuba.
Como parte del trabajo de mesa recopiló fotos, vivencias y testimonios del rescate de Pasitos y de otros animales víctimas de tan crueles prácticas como el sparring. Contó con el apoyo de su amiga, la actriz Ileana Sarduy Proenza y del músico Manuel de Jesús Pérez Hechavarría, quien compuso la banda sonora original.
La pieza consta de tres escenas: 1- nacimiento de Pasitos;2- su vida como callejero, siempre en busca de cariño humano y comida; y 3- el cierre, que incluye la captura, la lucha y la agonía final.
“Mi intención no fue hacer un derroche de técnica, sino que el mensaje de denuncia contra el maltrato animal llegara claramente”, confesó Luis Orlando a Trabajadores.
El rescate de Pasitos marcó el nacimiento del grupo animalista Pasos (Protección Animal SOS), que desde entonces ha coordinado decenas de intervenciones en ayuda de perros y gatos abandonados, atropellados, perdidos, enfermos… Supimos de esta historia de Pasitos convertida en movimiento corporal y música por ellos, por su página de Facebook, donde han compartido el video de la danza de Luis Orlando, acompañado por las palabras de Claudia Larrea, una comprometida y apasionada del bienestar animal.
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El arte inspira, pero más que el arte, inspira lo que vives y lo que sientes fuerte en el corazón. Pasitos fue un perrito que encontramos cuando ya estaba muriendo, no por causas naturales, sino porque personas insensibles lo usaron de sparring.
En el boxeo esa palabra no causa asombro, es solo una persona con la que se entrena un boxeador para preparar un combate. En la causa animalista este término es desgarrador porque mientras una persona está preparada y se brinda voluntariamente, un animal no, usualmente ellos no quieren pelear, no quieren ser heridos, no están preparados… La mayoría mueren, solo eran un saco de huesos y carnes con vida para entrenar a otra víctima, sí, porque los verdaderos culpables son los humanos que prestan sus manos para una acción tan vil.
Pasitos no resistió, aunque se trató de atenderle lo más rápido posible. Su deseo de vivir quedó grabado en la mente de muchos, tanto así que cuando el voluntario Luis Orlando se enteró de la convocatoria para Dancecoreo, lo convirtió en fuente de inspiración.
No somos críticos de arte, pero el baile de Luis Orlando nos deja orgullosos. Sus movimientos solo son una representación cortés de lo que sufre cada perro cuando es tratado como basura, cuando es tomado para ser presa de otro.
Gracias, Luis, por ser tan profundo en esta vida. No solo bailas por Pasitos, sino que también rescatas, ofreces tu casa como hogar temporal a callejeros, aportas dinero… Es un gusto tenerte.
Felicidades por la mención. No es un primer lugar, pero para nosotros es suficiente.
¡¡¡Por menos Pasitos y por más personas como Luis!!!¡Así podremos hablar de bienestar animal!
Claudia Larrea, tomado del Facebook del grupo Pasos (Protección Animal SOS)
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