Los primeros aguaceros de la época lluviosa en Cuba no calman la sed a los embalses en la nororiental provincia de Las Tunas, los cuales atesoran solo el 45 % de su capacidad total, según informan fuentes de la delegación del Instituto de Recursos Hidráulicos en el territorio.
Esa cifra supera en 1 % la cantidad de agua acumulada en estos reservorios al cierre de abril, fecha que marca el fin del período seco en la Isla, y es resultado de que las precipitaciones, hasta mediados de este mes, estuvieron en el orden de los 214,6 milímetros, inferior al promedio histórico (302,7).
Según dijo a la prensa Liset Montero Infante, especialista en Hidrología en la Delegación Territorial del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), ni en la zona sur, la de mejores acumulados, se reportan los cambios esperados en la cantidad de agua retenida en los embalses que administra la entidad.
Hasta la fecha, Las Tunas, una de las provincias más secas del país, retiene algo más de 159 millones de metros cúbicos del líquido, de una capacidad superior a los 350 millones en los 23 reservorios administrados por la organización.
En resumen, solo la Derivadora Sevilla, del sureño municipio de Amancio, guarda el volumen total de su diseño y los territorios de Majibacoa, Las Tunas y Manatí acumulan más del 50 % y Jobabo, el más crítico, no rebasa el nueve.
No obstante, las presas El Rincón y Cayojo, dos de las fuentes que proveen del líquido a la ciudad capital tienen garantías de entrega para 281 y 417, respectivamente. Mientras, Juan Sáez, el mayor de los embalses tuneros, está al 29 % de su capacidad total.