Es el bloqueo impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos el principal oponente de los atletas dedicados al canotaje y la vela en la occidental provincia de Matanzas, uno de los territorio destacados nacionales en estas disciplinas deportivas.
Entrenar, competir, triunfar, a pesar de las dificultades provocadas por la genocida política, es realidad cotidianamente enfrentada por entrenadores, practicantes y directivos, sostiene Leonardo Valdés Lamar, comisionado provincial de la especialidad.
“Todos los días nos vemos obligados a sobreponernos a los efectos de medidas restrictivas de acceso a nuevas tecnologías”, lamenta Valdés Lamar.
“Que el país esté imposibilitado de adquirir medios y equipos existentes en cualquier academia o escuelas del mundo, nos coloca en desventaja por el daño que provoca en el desarrollo de las capacidades físicas y calidad competitiva de los atletas. No podemos beneficiarnos de tecnologías como pulsómetros y Garmin, esenciales en el día a día de las prácticas”, manifiesta.
Explicó que el empleo de botes con más de 30 años de fabricados obliga a innovar para mantenerlos activos, porque el bloqueo impide comprar partes y piezas, o adquirir algo tan elemental como la resina.
“La escasez de botes, añadió, no permite entrenar a todas las categorías en la misma sesión, a lo que se añade un inconveniente mayor para los nuevos ingresos que no pueden usar las embarcaciones de los de alto rendimiento, porque la destruirían”.
A pesar de la nefasta repercusión del bloqueo, Matanzas consolida su prestigio en el país. Es campeona nacional en todas las categorías, un desempeño mantenido en la última década, afirmó el comisionado Valdés Lamar.
De esta tierra son glorias del deporte como el subcampeón olímpico Ledys Frank Balceiro, que tantas glorias le dio a Cuba, y los campeones panamericanos Anne Peñate y Rolexis Baéz, quienes exigen el fin de las medidas criminales que por 60 años agreden al pueblo cubano.
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