Alexander Ramírez Marrero, campesino del municipio de Ciro Redondo, en la central provincia de Ciego de Ávila, es uno de los que rompe el bloqueo imperialista contra Cuba, al revolucionar las formas de gestión productiva y de financiamiento de la agroindustria, tal como lo establece la estrategia cubana de desarrollo económico y social.
En su finca nombrada La Candelaria, ese guajiro y los obreros que allí laboran atienden las plantaciones que superan los 22 tipos de frutales, las cuales aportan alimentos para el consumo de la población, el turismo y la exportación, entre los que predominan el coco rallado en almíbar, la pulpa y el jugo de tamarindo y el de acerola o cereza, sus productos líderes.
Este productor se convirtió en uno de los primeros contribuyentes no estatales con el mercado mundial, al enviar dos toneladas de limón como fruta fresca hacia Francia y Canadá, mientras que el jugo de ese tipo de cítrico que ellos procesan se comercializa en los establecimientos de venta del territorio nacional.
Ramírez Marrero informó que, con vistas a potenciar los renglones exportables y el programa de sustitución de importaciones de alimentos, tienen el compromiso de seguir sembrando hasta completar una caballería dedicada al limón, y mantener el sistema de intercalamiento con cultivos de ciclo corto como el frijol, el boniato y el tomate, con el objetivo de contribuir al programa de autoabastecimiento municipal.
La minindustria nombrada La Candelaria, enclavada en la finca de igual nombre, reanudó las operaciones luego de un mantenimiento programado, fábrica que también ha aportado dividendos económico-productivos para que mantenga la condición de Vanguardia Nacional por ocho años consecutivos la Cooperativa de Créditos y Servicios Patricio Sierralta, del municipio de Ciro Redondo, territorio que también posee la categoría superior de la emulación del movimiento cooperativo y campesino cubano.