Cada amanecer seguimos pendientes de las cifras con la esperanza de ver su reducción, y tocar fondo al punto de descenso de la curva, mas al parecer falta mucho todavía; estamos en la etapa de los récords; de los récords negativos, de esos que dan espanto y no alegría, que atrapan una tristeza que no acaba de entrar en decadencia.
Los reportes de hoy llevan a los números más altos de pacientes activos con la Covid-19 y de casos confirmados; y aunque no es así para los decesos, el número es alto y lamentable para los familiares, amigos y el pueblo que acunó a los once fallecidos de la jornada.
Estremecen las cifras de las terapias intensivas, donde se atienden, o mejor, se lucha por la vida de 58 pacientes críticos y 103 graves, entre los cuales se encuentran menores de edad y recién nacidos. En los últimos 9 días se han reportado más de 200 casos diarios, y hay mil 303 activos, entre ellos, 103 menores de un año.
Pareciera una competencia la de los nuevos casos de menores de 18 años y de mayores de 60, que desde hace un buen tiempo superan las cifras de 200 casos diariamente para ambos grupos, los de más riesgo y a quienes los familiares debieran proteger en grado superlativo.
Ojalá sea sostenible el entusiasmo por la reducción de casos en La Habana, pero nunca se debe olvidar que hablamos de la provincia de peor manejo epidemiológico del país, donde proliferan los eventos de transmisión, la movilidad de la gente es incesante y la disciplina deja mucho que desear. Yo apuesto por ello, porque nos va la mejoría del resto del país; hay provincias que hoy tienen elevados números de casos, que suben y bajan, controlan y descontrolan, pero la capital ha mantenido la peor situación desde el inicio de la pandemia en Cuba.
En la conferencia de este lunes, se hizo un reconocimiento a la labor de la enfermería en la reducción de positivos en La Habana, algo que es evidente, pues estos profesionales han sido el brazo derecho de la medicina, un brazo que ha demostrado que si es fuerte, se logran resultados, pues de nada valdrían los avances científicos y la calidad de los tratamientos si no existiera quienes los ejecuten.
La máster Eneida Martínez Gutiérrez, jefa de la sección de Enfermería en La Habana, destacó el papel de enfermeras y enfermeros en las pesquisas activas, en la inmunización y el seguimiento a programas trascendentales como el materno-infantil.
La intervención sanitaria avanza con diferentes características en cada provincia, ya se han aplicado 4 millones 855 mil 270 dosis; Soberana 02 es vacuna y esperamos el amanecer en que comience a derrumbarse la curva, las estadísticas, los números, que seguramente más temprano que tarde, será doblegada.