Respondiendo a uno de los programas del país para su desarrollo en la montaña, la provincia de Granma despunta en la reproducción de mulos, con el cual se sustenta la transportación de las obtenciones agrícolas en estas zonas donde no es posible utilizar vehículo automotor debido a su compleja geografía.
Con un crecimiento sostenido por más de siete años el territorio es uno de los pocos en esta Isla que logra superar en cada período las cifras de ejemplares, los que ya, en manos de los productores, cuentan cerca de 4 mil 785 en toda la parte de la Sierra Maestra dentro de sus fronteras.
Los seis municipios que cultivan café, producto esencialmente de la serranía, consolidan la reproducción mular de manera que los campesinos no tienen que acudir a otras provincias a adquirir esos animales, imprescindibles para trasladar el rubro exportable por largas distancias.
Con ese objetivo existen más de una treintena de patios donde se favorece la fecundación a fin de incrementar el nacimiento de mulos, una especie que se estima por su gran resistencia para soportar el trabajo pesado.
Entre esos sitios cuenta la empresa agropecuaria Ataque de Bueycito, en el municipio de Buey Arriba, cuya experiencia de sus trabajadores en ese proceder le ha permitido alcanzar resultados loables.
Hace al menos una década en el lomerío granmense se contabilizaban cada años altas cifras de muertes de la especie por diversas razones; las más comunes eran la sobreexplotación y el inadecuado manejo en su alimentación.
Acompañado de cualquier programa de desarrollo en el macizo montañoso para elevar los niveles productivos en la rama agrícola, debe estar el aumento y cuidado de los mulos. Su utilización se torna invariable en cualquier etapa, pues, además de tradición, continúa siendo necesidad.