Después de exclamar efusivamente las felicitaciones a toda Cuba y en este día, especialmente, a los padres, parecería que alguien quisiera aguar la fiesta si inmediatamente alerta: Sí, pero tengan ahora más cuidado que nunca.
La congratulación a todas las familias cubanas por los éxitos anunciados ayer por los resultados de la Soberana 02 y los promisorios datos que se esperan con la Soberana Plus como tercera dosis son la noticia del momento y tampoco caben dudas de que trascenderá mucho más.
Sin embargo, el triunfo no debe hacernos perder de vista al nuevo coronavirus SARS-CoV-2 causante de la enfermedad pulmonar de la COVID-19 que en las últimas semanas ha rebrotado con una intensidad que nadie hubiera imaginado cuando el enfrentamiento y control imponían límites tanto a la cantidad de casos como muertes.
En una fecha como esta, es una tradición muy cubana que nos encontremos con nuestros padres, o con esas madres, abuelos y bisabuelos que además de serlo, también han asumido total o parcialmente el papel de los padres ausentes por cualquier motivo.
Al respecto, el doctor José Angel Portal Miranda, ministro de Salud Pública hace un llamado:
Quedarse en casa, si no es estrictamente necesario estar en la calle, resulta vital para contener la dispersión del virus. Por favor, no permita el ingreso innecesario de visitas a su vivienda. Esta es una enfermedad que puede dejar graves secuelas en quienes la padecen y ha llenado de luto a varias familias cubanas.
El titular del MINSAP se ha dirigido a la familia cubana, protagonista indiscutible de todo cuanto se ha hecho por seguir salvando vidas, y le ha solicitado:
una mayor dosis de disciplina para superar el actual incremento de contagios, muchos de las cuales corresponden a niños, adolescentes y embarazadas.
Especialmente se ha referido a este domingo en que celebramos el Día de los Padres:
El mejor homenaje que podemos hacerles es el comportamiento responsable de cada familia en el espacio íntimo del hogar y cumplir con las medidas de distanciamiento que demanda el actual contexto epidemiológico.
Sin triunfalismos podemos proclamar que tenemos vacuna y el país emprende un esfuerzo descomunal para producirla en un proceso creciente y estable, pero hoy y en los días por venir, la mejor vacuna sigue siendo cumplir las medidas que se están recomendando desde el primer día.
La vida está demostrando que la mayor parte de los contagios se producen por personas que no viven en la casa, sino que son visitantes, por lo cual la limitación de movimientos es un eficaz antídoto para no poner en riesgo a los seres más queridos.
Con la noticia de los resultados de las dos dosis de Soberana 02 entramos en una especie de tramo final o decisivo para llegar a la meta de un lugar seguro donde resguardarnos, y que coincide también con el agotamiento de largos meses de cuidados extremos y hechos tristes e inquietantes en nuestro entorno.
Debemos pedirnos un esfuerzo supremo y merecemos una respuesta masivamente positiva a felicitarnos virtualmente, desde la lejanía, lo cual no significa que falte el amor, sino todo lo contrario.
En resumen: En esta recta final, de lógica fatiga en el enfrentamiento a la pandemia, se suma que hay nuevas cepas que generan mayor transmisión a más velocidad, pero si cumplimos las medidas podemos ponerle freno, y ningún estímulo mejor para ello que saber la eficiencia de la Soberana 02.
Otro elemento es que los pronósticos científicos se están confirmando con el creciente número de enfermos diarios, pero reducirlo depende de la responsabilidad de cada uno, y sí se puede, más ahora que tenemos el respaldo de una vacuna propia.
No hay que negociar su adquisición, tampoco hay que destinar dinero para ello, nadie puede impedir que la tengamos como ya han obstaculizado el acceso a otros medicamentos y equipos para la salud. Somos soberanos, pero esa soberanía también hay que defenderla con un comportamiento responsable.
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