Fotos: Heriberto González Brito y Joaquín Hernández Mena
Intensa y sin descanso avanza en Cuba la estrategia de vacunación a través del proceso de intervención sanitaria con los candidatos vacunales Abdala o Soberana 02 en algunas de sus dosis según el esquema correspondiente.
[image_carousel source=»media: 269995,269996,269997,269998,269999,270000,270001,270002,270003,270004″ crop=»5:4″ columns=»2″ spacing=»no» align=»left» max_width=»750 px» captions=»yes» dots=»no» link=»image» autoplay=»4″ speed=»slow» image_size=»full»]Resulta cotidiano en la conversación hogareña, en un centro de trabajo o en el andar y desandar por cualquier lugar de pueblos y ciudades, escuchar vivencias de familiares y amigos acerca de algún efecto que han presentado después de la administración del fármaco. Otras refieren no haber tenido evento adverso de ningún tipo, es decir, fiebre moderada, decaimiento, somnolencia o dolor en el brazo.
Con absoluta confianza, esperanza y sosiego, cubanas y cubanos acuden a los vacunatorios ubicados no solo en instalaciones de Salud, sino también en un amplio grupo de colectivos laborales de diversos sectores donde han sido habilitados locales y áreas con todas las condiciones para asegurar la calidad de la extensión sanitaria.
Hay seguridad en el rostro de quien recibe el inmunógeno sin apenas percibir el pinchazo de la jeringuilla que lo suministra y también la gratitud a “la seño”, la doctora o al doctor que inyecta.
Gracias al esfuerzo, responsabilidad, paciencia, talento y tenacidad de científicos, investigadores y trabajadores de la Salud contamos con estos y otros candidatos vacunales propios contra la COVID-19 y, al mismo tiempo al gigantesco empeño de la máxima dirección del Estado y el Gobierno que no ha escatimado recursos a lo largo de más de 400 días de enfrentamiento sin pausa contra la pandemia.
Hay avances con resultados alentadores, pero continúan siendo imprescindibles el cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias establecidas como el uso del nasobuco y el distanciamiento físico y no dejar a un lado la percepción de riesgo y de peligro.
Acerca del autor
Graduado de Licenciatura en Periodismo, en 1976, en la Universidad de La Habana. Hizo el servicio social en el periódico Victoria, del municipio especial isla de la Juventud, durante dos años.
Desde 1978 labora en el periódico Trabajadores como reportero y atiende, desde 1981 temas relacionados con la industria sideromecánica. Obtuvo premio en el concurso Primero de Mayo en 1999 y en la edición de 2009. Es coautor del libro Madera de Héroes.