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LA GUAGUA: Forcejeos con el dólar

Los Gobiernos de EE. UU. han estado actuando con la filosofía de que no importa lo que sea, pero todo lo que convenga a Cuba debe ser impedido u obstaculizado.

 

El siguiente comentario digital se refiere al ámbito personal:

Alex dice:

¿Qué hace con los dólares una persona que se encuentre trabajando en el exterior cuando llegue a Cuba de cumplir su misión?

Si se le exige cambiar los dólares en el exterior por otra divisa, esta no siempre está disponible y por otro lado al hacer el cambio de existir perdería dinero porque la libra esterlina y el euro tienen un valor superior al dólar.

La pregunta de Alex está referida a una persona, pero esa misma interrogante es válida aplicarla también para el Gobierno cubano que hace ingentes esfuerzos por captar divisas y luego la Administración de EE. UU. le impone medidas para obligar a la isla a cambiar los dólares estadounidenses.

Y en ese canje, también al país le sucede lo mismo que a la persona a la cual se refiere Alex.

Hay expertos en asuntos financieros, pero como todos necesitamos del dinero, no es raro que el más común de los ciudadanos trate de adentrarse en ese mundo, sobre todo por lo que atañe a sus bolsillos.

El colega Francisco Rodríguez, en su comentario titulado Una respuesta soberana afirma:

Desde la mirada profesional de quienes estudian y actúan en la economía cubana, no parece existir titubeos en responsabilizar al bloqueo del Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba con las causas, y también las consecuencias, que tiene la medida recién anunciada de suspender las operaciones en efectivo con dólares estadounidenses en la banca nacional.

No obstante, hay trasnochados interesados en «culpar» a la parte cubana, pero eluden hablar de la malsana y creciente tendencia de sancionar a los bancos que negocien con Cuba, a la cual se refiere el colega Ariel Terrero en Conjuro bancario contra el dólar:

Para esquivar o atenuar el golpe Cuba adoptó en el 2004 el gravamen del 10 % sobre los dólares en efectivo que entraban a instituciones bancarias y financieras del país. Ese recargo consiguió que gran parte de los gastos en efectivo de los turistas extranjeros y de las remesas de los cubanos fuera en euros o en otras divisas convertibles exentas del castigo estadounidense.

El gravamen, que el enemigo solía esgrimir como otra culpa del Gobierno cubano fue derogado en julio del pandémico año 2020 en el cual la captación de todo tipo de divisas adquirió un sello especial como en el actual.

Sin embargo, en apenas un año de levantado el gravamen, adoptado para desestimular la entrada de dólares estadounidenses, esta moneda no rinde frutos porque Cuba no puede colocarla en una cuenta para realizar transacciones.

Esta otra vuelta de tuerca la dio el Gobierno de Trump, pocos días antes de finalizar su mandato, al vincular a Cuba con el terrorismo, lo cual dio a las instituciones financieras otro motivo para evitar operaciones con Cuba.

Ante tal intensificación del bloqueo, las víctimas responden con la Resolución 176/2021 con la cual el Banco Central de Cuba estableció que a partir del 21 de junio:

“Los bancos e instituciones financieras no bancarias cubanas (…) no aceptarán dólares estadounidenses, en efectivo, de personas naturales y jurídicas, tales como depósitos en cuenta bancaria y compraventa de monedas, hasta tanto se reviertan las condiciones que dan lugar a esta medida”.

De acuerdo con la Resolución 176 del BCC, las personas naturales y jurídicas pueden conservar sus cuentas bancarias en dólares estadounidenses en los bancos cubanos, realizar extracciones desde esas cuentas, y recibir fondos en cualquier divisa convertible, y hasta dólares si es mediante transferencias entre cuentas bancarias. Las ventanillas de la banca solo se cierran para el depósito de dólares en efectivo.

El resto de las operaciones, tanto de ingresos como de pagos autorizados en la red comercial, se puede seguir ejecutando con las cuentas y tarjetas en MLC a partir del 21 de junio.

Tanto esta medida como la anterior del gravamen tienen que ver más con operaciones defensivas adoptadas soberanamente que con procederes financieros.

En resumen: Para concluir esta nota, no el tema, que sigue abierto al debate, citamos las palabras de Oscar Luis Hung Pentón, presidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba:

El bloqueo impide a Cuba hacer las transacciones comerciales con dólares estadounidenses. El resto de las monedas también tienen costos de adquisición. Pero podemos hacer transacciones con ellas a diferencia del dólar, con el cual nuestra nación no puede operar.

La temporalidad de la medida va a estar condicionada en el tiempo debido a la imposibilidad de Cuba de efectuar depósitos en efectivo de dólares en bancos en el exterior.

La temporalidad está muy condicionada a la irracionalidad de la política del Gobierno estadounidense hacia Cuba.

También Hung Pentón dice:

Desde la apertura de las tiendas en MLC se ha visto afectado su abastecimiento por el conjunto de medidas que limitan las transferencias desde el exterior en dólares estadounidenses y, por supuesto, debido al impedimento de acceder al comercio internacional utilizando el dólar como moneda de pago.

Pero si en las tiendas se venden mercancías y una parte de esas ventas que están soportadas en dólares que fueron depositados en los Bancos cubanos, luego no se pueden depositar en Bancos en el exterior, se pierde la posibilidad del reaprovisionamiento de las tiendas y de la industria nacional con las materias primas e insumos, así como la compra de productos básicos para la población.

 

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En una reunión con trabajadores de la Cooperativa de Ómnibus Aliados en La Habana, el 30 de marzo de 1959, Fidel dijo: «Ustedes saben que uno de los lugares donde más se discute de política, de revolución, de economía y de todo, es en el ómnibus, ¿no? Es como una plaza pública el ómnibus, es como una mesa redonda; un ómnibus es como una mesa redonda permanente, donde todo el que sube opina. (…) a veces pregunto qué se habla en los ómnibus, para enterarme de cómo andan las cosas.»
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