Una pequeña nota y un gráfico llegó a mi correo de parte de la Red de Comunicadores de la Internacional de la Construcción y la Madera (ICM): hoy 12 de junio es el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil y el dato de que más de 160 millones de infantes entre 5 y 17 años ejecutan algún tipo de labor o son explotados incrementa la connotación de la jornada.
“Que los niños se vean obligados a las formas más peligrosas de trabajo, cuando faltan a la escuela, cuando están en peligro y su salud y su bienestar se deterioran, es inaceptable. Es necesario actuar para hacer frente a esta situación y, en primer lugar, prevenir que suceda», ha señalado la directora de Protección Infantil de la Unicef, Susan Bisell.
Según las últimas estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 7,4 millones de pequeños se dedican al trabajo doméstico. Ellos se encuentran entre los más explotados y maltratados por una serie de razones, como la discriminación, la exclusión de las leyes laborales, el aislamiento y su naturaleza oculta.
La Constitución de la República de Cuba reconoce los derechos elementales de cada niño (sin distinción de sexo, raza, origen social o de otra índole) y no deja su protección a la buena voluntad institucional o la caridad individual. De esa manera, los derechos de la niñez y la adolescencia quedaron refrendados en un cuerpo legal. Actualmente el país cuenta con 11,2 millones de habitantes, de los cuales 2,3 millones corresponden a la población con edades por debajo de los 18 años. Esa cifra constituye un 21 por ciento del total.
También está vigente el Código de la Niñez y la Juventud, el cual fue aprobado por la Asamblea Nacional del Poder Popular, celebrada del 28 al 30 de junio de 1978.
Su artículo 1 plantea:
El Código de la Niñez y la Juventud regula la participación de los niños y jóvenes menores de treinta años en la construcción de la nueva sociedad y establece las obligaciones de las personas, organismos e instituciones que intervienen en su educación conforme al objetivo de promover la formación de la personalidad comunista en la joven generación.
Acerca del autor
Graduado de Profesor de Educación General en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, de Villa Clara, Cuba (1979). Ha laborado en la Revista Juventud Técnica, semanario En Guardia, órgano del Ejército Central, periódicos Escambray, CINCO de Septiembre y Granma. Desde el año 2007 es corresponsal de Trabajadores en la provincia de Cienfuegos. Está especializado en temas económicos y agropecuarios. En 1999 acompañó en funciones periodísticas a la segunda Brigada Médica Cubana que llegó a Honduras después del paso del huracán Mitch. Publicó el libro Verdades sin puerto (Editorial cubana MECENAS). Ha estado en otras tres ocasiones en esa nación centroamericana, en funciones periodísticas, impartiendo conferencias a estudiantes universitarios, asesorando medios de comunicación e impartiendo cursos-talleres sobre actualización periodística a periodistas y comunicadores. Multipremiado en premios y concursos internacionales, nacionales y provinciales de Periodismo. Fue merecedor del Premio Provincial Periodístico Manuel Hurtado del Valle (Cienfuegos) por la Obra de la Vida – 2012. Le fue conferido el Sello de Laureado, otorgado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura (SNTC). Mantiene evaluación profesional de Excepcional.