¿Cómo resumir 60 años de historia en escasas 70 líneas? ¿Qué decir de quienes resguardan la patria? Elaine e Irina ayudan en el intento.
Son dos santiagueras cuyo crecimiento personal, humano y profesional se ha hecho realidad al ser parte del Ministerio del Interior (Minint).
La primera llegó por azar y plantó raíces tan profundas que actualmente asume, junto a otra homóloga manzanillera, un desempeño jamás realizado por mujer alguna en el sistema penitenciario cubano. La segunda se apasionó desde la televisión y las palabras de su padre por las investigaciones, el riesgo y el trabajo secreto.
Elaine Martén Prosper siempre anduvo entre cálculos y números, como especialista de Contabilidad y Finanzas en diversas entidades civiles, una de estas la oficina recaudadora de la Central de Trabajadores de Cuba en la ciudad santiaguera, hasta el día en que una amiga le habló de una plaza en Logística del Minint.
“Ni imaginar que aquel 30 de marzo del año 1999 marcaría un giro de 180 grados”, evoca mientras se acomoda el traje, recién estrenado con los grados de mayor bordados en el cuello, y la Medalla 60 Aniversario que acaban de conferirle.
De ayer a hoy parece breve el tiempo, pero solo ella sabe cuánto de desvelo tienen estos años en los que pasó de sargento a mayor, de técnico de nivel medio a licenciada en Derecho y Máster en Ciencias en la Universidad de Oriente, y de registradora penal a jefa de Seguridad Penal.
Movilizaciones, misiones especiales, alarmas de combate, atención a los jóvenes que cumplen el Servicio Militar Activo bajo su mando en la prisión provisional de Aguadores, en la ciudad de Santiago de Cuba; tareas del núcleo del Partido, de las organizaciones comunitarias a las que pertenece; atención especial a su anciana madre y su esposo amado… todo eso y más asume Elaine y aún deja tiempo para ella, para lucir un bien cuidado cabello y unas uñas arregladas cual lienzo pintado al detalle.
“Una aprende a multiplicarse, a empinarse. Esa es de las cosas que te aporta el Ministerio del Interior. A medida que te involucras más se fortalece el carácter, te honras con ser un pedacito de su historia y crece el compromiso de seguir siéndole incondicionalmente fiel”.
También Irina Cordero González se apasiona al hablar del Ministerio que en este 2021 celebra seis décadas de invaluables aportes a la seguridad de la nación.
Es cierto que ella solo suma siete años vinculada al Minint, pero nadie se atreva a juzgarla por los días acumulados cuando no se conoce de la intensidad de cada minuto.
Irina lleva consigo, a no dudarlo, todo el ímpetu legado por los hombres y mujeres que de forma pública o anónima han fraguado el prestigio que goza hoy ese organismo.
Como alumna de méritos académicos en la Vocacional de Ciencias Exactas Antonio Maceo, de Santiago de Cuba, pudo optar por cualquier carrera, pero sangre y corazón le pedían a gritos ser lo que hoy es: licenciada en Derecho de la Dirección Técnica de Investigaciones (DTI).
Si bien gusta de las fiestas, va a la playa, se entrega al amor por su esposo, persigue la moda de turno, realiza tareas hogareñas… esta joven de 30 años, con doble militancia, tiene sobre sus hombros responsabilidades de envergadura.
Por sus resultados de excelencia, los mismos que le valieron para alcanzar los grados de capitán, sobresalió en el Departamento de Delitos Económicos y ahora se empeña en prepararse con rigor para alcanzar la pericia que exige el ser oficial operativo del DTI.
“Hay un mundo por delante, incalculable lo que me queda por aprender, lo hago desde la autosuperación y con la ayuda de los compañeros de más experiencia en este trabajo que no tiene ni día ni horas, pero que me colma y me hace feliz.
“¡Son inmensas las ganas de aportarle mis fuerzas al Ministerio del Interior! Lo hago a partir de la convicción de quien ama a su país, de cubana que solo quiere el bien común, la tranquilidad del pueblo, la seguridad de la patria, su soberanía, su independencia.
“Eso se defiende desde nuestras filas bajo cualquier circunstancia, eso han hecho durante 60 años los combatientes del Minint, yo continúo tras sus pasos”.