En la última Guagua: Los mil tentáculos de la desidia y la ilegalidad trajimos a bordo comentarios digitales que los amables lectores escribieron en ¿Desidia o ilegalidad? e invitamos a dialogar sobre ese mal al cual si no le cortas bien los tentáculos le renacen multiplicados.
Nadie está ileso en las situaciones provocadas por personas que actúan a la manera propia de una sociedad cuya esencia es el egoísmo y que persiste como rezago de un sistema social imposible de eliminar del todo tan fácilmente.
Veamos los nuevos comentarios digitales:
Carlos dice:
¿Acciones de enfrentamiento en todas las provincias y en La Habana cuándo se harán, y específicamente en Arroyo naranjo? ¿Cuándo se hará algo por el bienestar, la seguridad y la tranquilidad ciudadana? Aquí revendedores, coleros, violadores de las medidas anti Covid pululan y MANDAN.
Estimado Carlos, esas acciones no han dejado de hacerse, unas veces con más intensidad y acierto que en otras, pero siempre de alguna manera se ejecutan, pero la vida está demostrando que no basta con lo realizado y urge emprender esta batalla permanente de otro modo y para ello son importantes las opiniones e ideas aportadas por todos.
Armando Amieva dice:
El tema da para más por la implicación social y también ¿por qué no? política que tiene. Es preocupante el nivel de corrupción, favoritismo, desespero por revender todo, vivir del aumento indiscriminado de precios sin pensar en el otro, fenómeno ajeno a nuestra sociedad en tanto favorece el egoísmo, el sálvese quien pueda, aleja la solidaridad, el compañerismo y otros valores afines al socialismo. Adicionalmente es una demostración de que nuestros mecanismos de control no están funcionando, que en muchas -por no ser absoluto y hablar de todas las empresas y establecimientos del país-, hay muchos que solo piensan en sus bolsillos a costa del bolsillo del trabajador. Lo otro es la escalada inflacionaria y el afán de lucro que vemos en muchos jóvenes con las implicaciones que ello tiene y que contradice la política económica y los esfuerzos que venimos haciendo como parte del ordenamiento monetario. En fin, todos, incluidos los periodistas debemos continuar profundizando en qué está pasando y cómo estas actitudes favorecen los intereses divisionistas del enemigo. Gracias.
En resumen: Los males no tienen su origen en las limitaciones y escasez aunque también proliferan muy bien en esas circunstancias, por lo cual el adversario las acreciente constantemente para culpar de ellas a las propias víctimas.
La solución no puede ser esperar por situaciones de bonanza económico para acabar tales males que se presentan como una manifestación del pasado negado a desaparecer y que si no se atajan a tiempo pueden revertir lo avanzado.
Precisamente en coyunturas de estrechez es cuando por su esencia, la sociedad cubana hace crecer sentimientos como los de la solidaridad, incluyendo la internacional, y que mueve a un vecino a compartir con otro hasta medicinas de consumo permanente.
En momentos como los actuales donde ha habido cambios profundos hasta en las estructuras de la sociedad cubana estamos todos convocados a debatir cómo perfeccionar lo que hacemos, y por supuesto, tenemos que lograr un ordenamiento que controle y venza la pandemia de la COVID-19, los efectos de la guerra económica acrecentada y también los rezagos del pasado.
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