La fábrica de cemento Carlos Marx, de Cienfuegos, administrada por una empresa mixta, reinició la producción después de estar paralizada desde el 14 de enero debido a la falta de Petcok (subproducto de la refinación de petróleo), combustible esencial para el proceso fabril.
La mayor industria cementera del país se ha visto seriamente afectada por las presiones ejercidas por el gobierno estadounidense a los suministradores, como parte del cruel bloqueo económico, comercial y financiero y el aumento de las medidas para asfixiar al pueblo cubano.
Con significativa prontitud fue descargado un barco que arribó al puerto cienfueguero y trasladado el Peckot hasta la industria, distante de la ciudad cabecera unos 17 kilómetros.
Como parte del enfrentamiento a la escasez de combustible, en esa planta introdujeron la utilización de neumáticos y aceites usados para generar energía, pero esa alternativa no cubre las necesidades del proceso fabril, obviamente.
El programa de producción considera la obtención de clinker (producto del horno que se muele para fabricar el cemento) para las plantas de Siguaney, en Sancti Spíritus, y Nuevitas, en Camagüey, y una cantidad notable de cemento para proseguir los programas constructivos del país.
Directivos de la empresa mixta Cementos Cienfuegos S.A. han señalado que a pesar del atraso no renuncian a completar las toneladas planificadas para el presente año.
