Dicen que es en Mamonal donde se logran los más altos rendimientos del tomate en Cuba; una voz popular que corre y trasciende, enalteciendo este polo productivo del noreste de Ciego de Ávila, suministrador de materia prima para el procesamiento en la fábrica de Conservas de Majagua.
Mamonal está a los pies de esa industria, a 130 metros sobre el nivel del mar; con suelos pardos, arenosos, irregulares y fincas colindantes que tienen el tomate como cultivo privilegiado, sin demeritar otros que aportan al sustento.
La comarca debe su nombre a una finca donde había grandes árboles de mamoncillos, que quizás hayan dado sombra a los generales Máximo Gómez, Antonio Maceo y a sus tropas, durante la travesía por la trocha Júcaro-Morón.
Savia del campo
La odisea de Aramis Vázquez Martínez pudiera ser la de cualquiera de los campesinos que cultivan tomate en Mamonal: las lluvias de la tormenta tropical Eta, y otras de los meses de octubre y noviembre, mataron los semilleros y muchas de las plantaciones que ya crecían; sin embargo, Aramis se aferró a su optimismo y recortó las plantas, que al retoñar dieron abundantes frutos.
Cuentan que lleva seis meses cosechando en el empalado, de lo cual dio fe en entrevista exclusiva para Trabajadores: “Casualmente la estoy arrancando hoy (11 de mayo), todavía con frutos, para que no se convierta en foco de infección. Tengo que sanear ese suelo que garantiza las plantaciones de la próxima campaña.
“Dentro de dos meses estaré preparando suelos y echando semillas para sembrar temprano, que es la estrategia para recoger a finales de año”. Aramis Vázquez, uno de los campesinos más conocidos de la región, hace plantaciones empaladas y rastreras con altos rendimientos y calidad. Casi toda la producción la entrega a la industria de Majagua y una parte es para semilla.
En su finca El Paraíso, de 13,40 hectáreas en usufructo, Aramis se enamoró del campo. “Había tenido distintos trabajos, hasta que hace 14 o 15 años decidí beber la savia del campo”. A los 47 años admite: “Soy empírico, todo se lo debo a la experiencia que transmiten los productores de la CCS Abel Santamaría, aprovechar cada tiempito para leer instructivos técnicos y capacitarme”.
Eso le permitió enrolarse en la vanguardia de una zona que siempre cumple los compromisos productivos. Califica los rendimientos como aceptables, pues a falta de fertilizantes y productos químicos usó medios biológicos y la tracción animal para el laboreo y el cultivo, porque “al tomate le gusta la frescura y la tierra suelta”.
Joel Roque Martín, director adjunto de la Empresa Integral Ciego de Ávila, resaltó el papel de los campesinos, quienes sustentan el 98 % de la producción y aplican diversas estrategias, entre estas la siembra de más áreas que las previstas, lucha integral contra plagas y enfermedades, además de que el frío ayudó para superar la cantidad comprometida con las industrias.
Reconoce la eficiencia del polo productivo, y aseguró que de disponer de un poco de insumos y combustible pudieran cosechar hasta 20 mil toneladas (t) de tomate, pero solo arribarán a unas 7 mil. A la industria de Ceballos destinaron 300 toneladas.
Del centro al oriente
Jorge Luis Palomo, un asociado de la UBPC 28 de Enero, hace maravillas en su finca, donde la sequía es extrema, pero la experiencia, el microclima y una máquina de riego eléctrica se conjugan para alcanzar abundantes cosechas de tomate, que alimentan las calderas de la fábrica de Conservas de Yara, en la provincia de Granma.
Yoandris Espinosa Pompa, presidente de la UBPC, en áreas de la Agropecuaria Paquito Rosales, destaca 596 t a la industria y 104 para semillas. Allí, donde las lluvias son escasas, con experiencia y semillas de calidad, potencian el regadío del tomate; y contribuyen a la sustitución de importaciones.
Kendris Gamboa, director de la empresa, resaltó el cumplimiento de la entidad casi al término de una campaña atípica, con más de 2 mil 800 t a la industria, además de lo que se procesó en minindustrias y se vendió para consumo fresco.
La Agropecuaria Paquito Rosales se asienta sobre la planicie del río Cauto, posee suelos fértiles y productores especializados en el cultivo de tomate. Vineiris Rodríguez, su director técnico y de desarrollo, narra la dramática situación de la actual campaña, que conllevó un gran esfuerzo para proteger las plantaciones. Faltan por recoger otras 700 t, y lograron un encadenamiento con la Tropical Contramaestre y las minindustrias para así continuar el procesamiento del tomate.
Rafael Santiesteban Pozo, presidente de la Anap, ponderó la respuesta del sector a la producción y diversificación agropecuaria al cumplirse los 60 años de la organización. “Los campesinos preguntan constantemente cuánto más pueden hacer y ratifican el compromiso de seguir aportando alimentos”.
Un compromiso con la industria
El Grupo Empresarial Agrícola entregó 20 mil t de tomate a las industrias del Minal, 2 mil 500 más que las planificadas, informó Juan Carlos Anzardo, jefe de Hortalizas y Cultivos Protegidos, quien elogió los resultados de las integrales Ciego de Ávila y Sancti Spíritus, y de las agropecuarias Paquito Rosales y Santo Domingo.
Desde finales de abril disminuyó la entrada de tomate a la unidad empresarial de base (UEB) Fábrica La Conchita, en Pinar del Río, refirió Idalberto Rodríguez Herrera, su director. Señaló que tenían contratadas para la presente campaña 5 mil 815 t y procesaron un centenar por encima de esa cifra.
Puntualizó que cuentan con diversidad de envases de acuerdo a los destinos: comercio y gastronomía, cadenas de tiendas y turismo, y aseguró que hace meses sobrecumplen lo pactado con los primeros clientes, pues lo reconocen como el fin más importante.
La gama de productos que elaboran comprende puré de tomate, natural y salado, así como salsas para pizzas y pastas. Ante la ausencia de varios aditivos emplean ají cachucha, que sustituye importaciones y le incorpora un sabor distintivo de la cocina cubana.
Evalúa el 2021 como un excelente año, en el cual se superan los estimados de algunas producciones e incursionan en otras. La industria está en óptimo estado para asumir las próximas etapas.
Similar diversidad ofrece la fábrica de Conservas de Majagua, de Ciego de Ávila, donde están satisfechos porque el suministro estable de tomate por parte de los campesinos del municipio permitió arribar a 7 mil 130 t, con las que han obtenido mil 315,3 t de concentrado al 20 %, base para la elaboración de disímiles surtidos, dijo a nuestro periódico Yordan Pina Vera, técnico de nivel medio en Procesamiento Industrial, quien agregó que en este período hubo un corrimiento de la arrancada de la industria de poco más de un mes, y un pico a finales de marzo.
“Con dos líneas de procesamiento, una nueva y otra no tanto, no tuvimos que desviar materia prima, aunque la inestabilidad con los envases fue recurrente, sobre todo de bidones, que luego llegaron y no hubo que lamentar pérdidas. Felizmente el tomate tuvo muy buena calidad y logramos altos rendimientos industriales”, comentó.
En Ceballos se procesaron 10 mil 150 t, de estas 7 mil 908 en el combinado industrial, 605 en la minindustria de la UEB Producción de Vegetales y mil 638,5 t en las minindustrias. Hubo limitaciones de los envases, pero no afectaciones del producto final.
Los campesinos siguen marcando el paso a 62 años de ganar todos los derechos promulgados por la Primera Ley de Reforma Agraria.