Orgullo inmenso por Cuba y su arsenal científico y médico es sentimiento multiplicado en la provincia de Holguín tras iniciarse este lunes la estrategia de intervención a grupos de riesgo con el candidato vacunal Abdala, que alcanzará en los próximos días a más de 49 mil personas, entre trabajadores de la salud y estudiantes de medicina.
La alegría y organización que prima en la oriental provincia para acometer con éxito la tarea sanitaria se pudo comprobar en el céntrico policlínico “Máximo Gómez”, en el que se deberán inocular mil 599 personas, entre las que se incluyen, además de los trabajadores del centro, 343 estudiantes de medicina y el personal de importantes instituciones como la Dirección Provincial de Salud, el centro a ese nivel de Higiene y Epidemiología y las farmacias ubicadas en el área de salud.
El doctor Juan Manuel Ordaz Sánchez, especialista en MGI y director en funciones del policlínico, precisó que en su institución se desarrolló la capacitación de todo el personal médico, de enfermería y técnico que participa en la vacunación y se acondicionaron los locales a utilizar para esos menesteres, donde se contemplan una sala de pre-observaciones, un vacunatorio, un punto de vacunación y un espacio para el seguimiento de los pacientes luego de ser inyectados.
La explicación certera a las personas sobre los criterios de inclusión y exclusión para la inoculación de “Abdala”, la toma de sus signos vitales y su observación durante una hora tras suministrársele el candidato vacunal forman parte del protocolo a seguir para garantizar la buena marcha del proceso, prueba irrefutable de la fuerte batalla que se libra en Cuba a favor de la salud pública.
Así lo considera el joven informático de la Dirección Provincial de Salud Niover Domínguez Zaldívar, quien tras ser el primero en el “Máximo Gómez” en recibir la dosis inicial de “Abdala”, expresó sentirse muy feliz y agradecido.
Igual sentimiento manifestó Vladimir Cabrejas Pérez, quien expresó: “Me siento muy aliviado porque sé que mi sistema inmunológico se va a fortalecer con “Abdala”. Esto es algo muy bueno por la salud de todos los cubanos”.
En tanto, para la enfermera Idaisy Calderín Arcaya, cuyas manos estrenaron en la institución los frascos de “Abdala”, es suficiente motivo de orgullo ser protagonista de una tarea sanitaria tan valiosa para la provincia y en las que van implícitas, a no dudarlo, toda la inteligencia y la fuerza humanista de nuestro país.