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Día Mundial de Al-Quds, ciudad símbolo de la lucha palestina

El 7 de agosto del 1979 el líder fundador de la Revolución Islámica en Irán, Imam Khomeini, (Ruhollah al-Musawi al-Khomeini) envió un mensaje al mundo donde aseguraba que desde hacía mucho tiempo venía advirtiendo a los musulmanes “del peligro del ocupante israelí, que estos días ha intensificado sus feroces ataques a los hermanos y hermanas palestinos, y que está bombardeando especialmente las casas de los combatientes palestinos en el sur de Líbano para aniquilarlos”.

 

 

Por esa razón pedía “al común de los musulmanes, y a los gobiernos islámicos, que se unan para acortarle la mano al invasor y a sus partidarios, e invito al conjunto de los musulmanes del mundo a elegir como ´día de Al-Quds´ el último viernes del mes bendito de ramadán, que es uno de los días del destino y puede ser decisivo para la suerte de los palestinos”.

Reclamaba además “proclamar en manifestaciones la solidaridad internacional de los musulmanes en apoyo a los derechos legales del pueblo musulmán”.

El texto, de absoluta vigencia más de 40 años después, contenía una propuesta que fue incorporada de manera inmediata al calendario de conmemoraciones iraní y más tarde al de otras naciones de la diáspora palestina o sensibilizadas con esa causa. Es así que el Día Mundial de Al-Quds (este año corresponde al 7 de mayo) comenzó a organizarse en Turquía, Indonesia, Baréin, Líbano, Paquistán, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, España, Venezuela, entre otros. ´

 

Palestina, principal problema del mundo islámico

Al-Quds es el nombre árabe de Jerusalén, ciudad de especial trascendencia para las religiones de mayor impacto a nivel mundial: cristianismo, judaísmo e islamismo.

En sus inicios Al-Quds fue punto de encuentro intercultural. Como resultado de aquella convivencia se construyeron allí sitios de veneración o sagrados entre los cuales se conservan la Iglesia del Santo Sepulcro, la Cúpula de la Roca, el Muro de las Lamentaciones, y la Mezquita de Al Aqsa.

Pero ese ecumenismo fue roto por las ambiciones sionistas. Tal como reconoció Mohammad Hasan Akhtari, jefe de uno de los comités de apoyo al pueblo palestino, en esas tierras sagradas yace el principal problema del mundo islámico hoy.

En conferencia de prensa Akhtari agregó que este 2021, debido a la nueva ola de infecciones de covid-19, no se realizarán manifestaciones callejeras en Irán para conmemorar el aniversario y los eventos públicos serán reemplazados por seminarios virtuales y otras iniciativas en línea.

 

Israel: el verdadero eje del mal

La Agencia de Naciones Unidas Para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA por sus siglas en inglés) fue creada por la Resolución N° 302 de diciembre del año 1948 para atender las necesidades perentorias de quienes habían escapado de la represión de israelí y buscaron protección en campamentos instalados en Jordania, Líbano, Siria, Cisjordania y la Franja de Gaza. Esas personas fueron considerados refugiados pues habían vivido siempre en Palestina, o al menos entre junio del 1946 y mayo del 1948.

 

 

El 29 de noviembre de 1947 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la creación un Estado judío y un Estado árabe, mediante la Resolución 181, con Jerusalén con estatus de régimen internacional especial. Se buscaba hacer justicia con el pueblo judío, masacrado por los nazis durante la II Guerra Mundial, y terminaron sepultando los derechos de los musulmanes palestinos que desde entonces comenzaron a ser agredidos. De los dos Estados previstos, solo se ha creado uno: Israel.

Para los palestinos sigue pendiente hacer valer su derecho a la autodeterminación sin injerencia externa, a la independencia, a la soberanía nacional, así como a regresar a sus hogares y que les sean restituidos los bienes y tierras ilegalmente ocupados.

En junio del 1967 el gobierno sionista intensificó su guerra, impulsó la confiscación de tierras y la creación de asentamientos. Desde entonces, y cada día más, el régimen militar de Israel decide cómo y cuándo los palestinos pueden viajar al extranjero, visitar familiares, protestar, recibir suministros de electricidad o agua, trabajar, o ir a clases en el caso de niños y jóvenes…

Múltiples son los testimonios de la humillación, el miedo y la represión a los palestinos en los territorios ocupados en Gaza y Cisjordania. El mundo mira atónito cómo el régimen sionista burla las resoluciones de Naciones Unidas, del Movimiento de Países No Alineados, de la Liga Árabe, de la Unión Africana y de cuanto organismo multilateral reconozca la primacía que debería tener el Derecho Internacional en este asunto.

En la práctica, Israel ha tomado como rehenes las vidas de los palestinos ̶ asegura el periodista Pablo Jofré Leal en artículo publicado en el sitio Palestina Libre ̶ , y ha incorporado un entramado de leyes militares que le permite reprimir el desacuerdo interno, al punto que altos cargos públicos acusan de “traidores” a los israelíes que abogan por los derechos de la población palestina.

Según la UNRWA hasta el 2015 se habían registrado casi 5 millones de personas como refugiadas en Oriente Medio. De estas, 1,4 millones vivían en 58 campamentos.

 

De ciudad sagrada a ciudad sitiada

Al-Quds ha devenido en ciudad sitiada, en proscenio para demostraciones de fuerza frente a la comunidad internacional como la de Donald Trump en diciembre del 2017, cuando reconoció a Jerusalén capital de Israel y trasladó hacia allí la embajada de Estados Unidos, pisoteando la opinión del mundo árabe y de la inmensa mayoría de los países miembros de Naciones Unidas.

“La judaización de Al-Quds es un crimen   ̶ afirma Jofré Leal ̶ , como lo es el bloqueo a Gaza, la política de asentamientos, la construcción de un muro vergonzoso, el arrasar aldeas palestinas, quitar la residencia a todo aquel jerosolimitano que trasgreda las leyes del ocupante, expulsar sus gentes y ejecutar operaciones militares destinadas a exterminar a un pueblo que les impide concretar un robo y los crímenes asociados. Todo ello bajo la mirada cómplice de las potencias europeas, el compromiso financiero militar y diplomático de Estados Unidos y la conformación de una alianza con Turquía y Arabia Saudí, que dan vida así al auténtico Eje del Mal”.

“El sionismo  ̶ añade ̶  ha creado terror en la región y entre los musulmanes para cubrir sus propios crímenes, tiene la intención de hacer olvidar y que los musulmanes y la gente de la región y del mundo no recuerden el agravio al pueblo palestino y la atrocidad de los sionistas. Con ese objetivo (…) crean terror y conflicto entre los países de la región y el mundo islámico, han fundado guerras entre los musulmanes, y entre musulmanes con cristianos. No debemos permitir que se olviden los grandes crímenes de Israel ni que el pueblo palestino se sienta desesperado. La voz de todos los musulmanes en el Día Mundial de Al-Quds será la de la unidad de los musulmanes y la del apoyo al pueblo desplazado de Palestina”.

Abrazar la propuesta del líder religioso iraní e instaurar el Día Mundial del Al-Quds ha devenido en símbolo de la lucha palestina y ha unificado al universo musulmán en torno a la causa palestina y contra del régimen sionista de Israel.

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