El espíritu innovador de los energéticos cubanos en Venezuela estimula el vuelo de La Mariposa, un centro cuyo encargo estatal es la recuperación total de transformadores eléctricos dañados de todo el país y devolverles la vida útil.
Integrantes de la Misión Energética de la Isla en estrecha articulación con sus colegas de Corpoelec, Empresa Eléctrica Nacional adscrita al Ministerio del Poder Popular de Energía Eléctrica, le han devuelto vitalidad al estratégico enclave, lo que contribuye al ahorro millonario de divisas por concepto de sustitución de importaciones y al mejoramiento de este sensible servicio.
Renovación y solidaridad
Hacía siete años que el silencio reinaba en la instalación; pero la solidaridad prendió la chispa que ilumina al colectivo, porque proporciona estabilidad laboral, ha generado nuevos empleos productivos y contribuye a sortear los obstáculos que imponen la guerra económica impuesta por los Estados Unidos a la nación sudamericana y los reiterados sabotajes al sistema Electroenergético Nacional.
Ahora, “la planta está dotada con tecnología y equipamientos de punta”, enfatiza el cooperante antillano Alexis Iván Landeiro Ferro, jefe del equipo cubano que comparte faenas con sus pares venezolanos, y asegura que el futuro promete en esta importante actividad, tanto que “hemos solicitado a nuestro ministerio aumentar la cifra de especialistas acá para seguir incrementado las reparaciones”.
Landeiro Ferro explica que el equipo que dirige está integrado por enrolladores, ensambladores y otros especialistas con tradición en la búsqueda de alternativas en esta rama y recuerda que Cuba también ha tenido –y tiene- que enfrentar los desafíos de un endurecido bloqueo económico y sus hombres han aprendido a sortear esos escollos en un sector clave para el desarrollo económico del país y el bienestar del pueblo.
Refiere que al principio esa fuerza de asesoría realizó la capacitación de técnicos e ingenieros nacionales que hoy asumen el trabajo entusiasmados y conscientes de los aportes que brinda en la batalla del Gobierno Bolivariano por mantener estable estas prestaciones.
Los resultados…
El especialista refiere que cuando estos medios llegan a la fábrica son diagnosticados y reparados; y, luego en el laboratorio se les realiza una minuciosa comprobación de todos sus parámetros técnicos para certificar que cumplen con los estándares más rigurosos del mercado.
Desde el reinicio de las actividades y tras el suministro sistemático de las materias primas han logrado la entrega mensual de unos 120 transformadores, que llegan como nuevos a las áreas que reclaman cambios de este equipo vital en los servicios.
Landeiro Ferro asegura que ya han pasado por este proceso de rehabilitación más de ocho mil trasformadores eléctricos y sus componentes, lo que ha propiciado un ahorro en divisas de aproximadamente dos mil dólares por cada unidad, si tuvieran que adquirirla en el mercado internacional.
Remarca que “en menos de una semana termina todo el proceso de recuperación y al ser reinstalado, con las condiciones técnicas necesarias, se obtiene un trasformador de distribución habilitado para otros 15, o 20 años de vida útil”.
Estas labores contribuyen, además, a uno de los objetivos de la Revolución Bolivariana, que aspira a cambiar la mentalidad rentista imperante e ir incorporando a sus planes estratégicos de desarrollo una conciencia productiva que le proporcione soberanía y autosuficiencia en áreas claves.