Para el Inter es la tarde del 11 de abril, 11 como sus victorias consecutivas y los puntos de ventaja sobre el Milan. Los nerazzurri batieron también al Cagliari, dominando el enfrentamiento durante casi todos los 90 minutos, pero marcaron solo un gol y tuvieron que sufrir algo en el tramo final.
Los de Conte crearon varios peligros ya en la primera parte, pero se toparon con Guglielmo Vicario, portero rossoblú que se estrenaba en lugar de Cragno, positivo a la COVID-19.
Eriksen, Sánchez (al que le anularon un tanto por fuera de juego) lo intentaron desde fuera del área, como hizo Nainggolan, único en darle algo de trabajo a Handanovic.
Vicario siguió siendo protagonista en la segunda mitad, ya que se jugó en su área durante la mayoría del tiempo. El cancerbero siguió neutralizando los intentos de Eriksen y Lukaku, y en el 69′ le ayudó el travesaño, golpeado por De Vrij con un testarazo.
El asalto de los milaneses recogió sus merecidos frutos en el 77′, cuando Achraf recibió un pase de Lukaku y centró para Darmian, que en el segundo poste solo tuvo que empujar el esférico entre palos. Conte decidió defenderse con el 1-0 en el marcador, sustituyendo a Sensi y Eriksen con Gagliardini y Vecino, algo que estuvo a punto de pasarle factura. Los sardos se volcaron al ataque en los últimos 10 minutos, pero solo lograron darle un par de sustos al líder del Calcio, cuyo scudetto ya parece solo cuestión de tiempo.
