El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) estableció como objetivo esencial desarrollar y sostener la infraestructura existente en ese sector en el país, en función del acceso, la contabilidad, la eficiencia y la calidad del agua.
Así está recogido en el informe presentado en la reunión anual de trabajo, en la cual evaluaron la labor ejecutada en 2020 y delinearon los principales propósitos para el actual.
El documento que fue objeto de análisis agrega que entre las prioridades vinculadas a ese objetivo se destaca el incremento de redes de acueducto por el método de la rehabilitación moderada y precisa que se priorizan las inversiones de la parte centro─oriental del país y en la provincia de Pinar del Río, que permitirá dar cobertura a más de 175 mil personas.
En cuanto al acceso de la población a las redes sanitarias, problema bastante generalizado, la cobertura es y será relativamente baja. Este constituye el indicador que impone el mayor reto. En el año se prevé incrementar la cobertura en apenas 35 mil personas, aunque puede ser superior, expone el informe.
Con respecto a la certificación de obras del patrimonio propio, la prioridad se centra en las provincias de Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Ciego de Ávila, Camagüey y Santiago de Cuba, fundamentalmente en plantas de tratamiento, estaciones de bombeo y canales, en el de otros organismos y entidades y las obras de la agricultura, el Grupo AZCUBA y la Unión Agropecuaria Militar (UAM).
Otras prioridades están relacionadas con el establecimiento del reglamento para el desarrollo y sostenibilidad de la infraestructura hidráulica, y trabajar en las redes sanitarias, sobre todo, en Palma Soriano, Guantánamo, Cárdenas y San Miguel del Padrón.
Los alcantarillados simplificados y la reconstrucción de fosas deben aportar los mayores resultados en el saneamiento. Para ello se prevé generalizar el proyecto de realizarlas prefabricadas que se experimenta en Camagüey. La reconstrucción de presas que tienen limitado su llenado aportará seguridad y crecimiento al indicador de recursos hidráulicos per cápita.
Otro objetivo establece la optimización del aprovechamiento integrado del agua en función de su uso racional y productivo y la protección de su calidad y del medio ambiente.
Está previsto que aumente el nivel de estrés hídrico, lo que resulta negativo ante la presencia de las sequías y los altos niveles de consumo que predominan con respecto a las normas. La situación más compleja se localiza en el occidente del país, específicamente en las cuencas que tributan a la capital.
En la reunión se planteó además, que la eficiencia en el uso del agua sigue siendo una prioridad no satisfecha, pues predomina cierto formalismo en su aprovechamiento óptimo. Existe consenso y proyecciones para transformarla en el riego agrícola y los acueductos.
Para el INRH resultan prioridades también, consolidar su papel rector para la gobernanza del agua y renovar la visión en el empleo encadenado de la ciencia y la tecnología, así como contribuir al ordenamiento económico con mayor calidad y eficiencia en los servicios.
También está previsto mantener con el mayor rigor el enfrentamiento a la pandemia y encaminar las metas e indicadores del Programa Integral de Desarrollo Hidráulico hasta el 2030.
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