Adaptarse al cambio es una máxima que ponen en práctica por estos días en la cooperativa no agropecuaria (CNA) Marco, de Santiago de Cuba. En tiempos difíciles como los que corren, cuando apenas aparecen cemento, acero y otros insumos, esta forma de gestión no estatal, cuyo objeto social es prestar servicios de construcción, se mantiene vital gracias a que ha logrado fraguar un buen camino en sus seis años de existencia.
Lo ha hecho sobre la base de “sapiencia, experticia y resultados de calidad” tal y como asegura Marco Ricardo Hierrezuelo Díaz, quien desde los 18 años de edad anda enrolado en menesteres constructivos.
Él, junto a otros 63 socios, han sabido establecer alianzas con el sector estatal alejadas del mero interés de competir, más bien con el énfasis puesto en ser competitivos y complementarse.
Por eso, cuando en la suroriental provincia santiaguera se habla de ejecución de obras con celeridad, buen gusto y apego al contrato, la CNA Marco encabeza la lista del selecto club de la eficiencia.
Clientes como Cuba Ron S:A, tiendas Caribe y CIMEX, los bancos de Crédito y Comercio y Popular de Ahorro, Vivienda, Turismo… dan fe de ello, tanto como los resultados tangibles que hacen de la economía solidaria de esta CNA ejemplo que bien debiera imitarse y multiplicarse.
“En seis años de fundada tenemos más de 60 obras terminadas, y en un período tan atípico como el 2020 logramos alcanzar un 90 por ciento de los valores productivos con los que cerramos el 2019, que estuvieron en el orden de los 25 millones de pesos de ventas netas”.
En medio de la Tarea Ordenamiento esta CNA santiaguera adecua sus estrategias de trabajo para no bajar los niveles de eficiencia y apegarse a las normas jurídicas establecidas para este tipo de forma de gestión.
“Lo hacemos instrumentando la inteligencia empresarial de manera que nos permita encontrar, llegar y afianzarnos en nuevos nichos de mercados”, comenta el presidente.
Creced y multiplicaos
Uno de esos espacios a través de los cuales abrir nuevos senderos, con visión de presente y futuro, priorizando la sustitución de importaciones y las exportaciones, es el de la innovación, la aplicación de la ciencia, y las alianzas con la Universidad de Oriente, en particular con la Facultad de Construcciones.
“Avanzamos en la producción de morteros con la ventaja que utilizar una formulación en la que se hacen presentes materiales naturales y un bajo índice de uso de cemento.
“Desde el 2015 venimos ensayándolo, tenemos lista la maquinaria y solo estamos a la espera del registro de la marca para iniciar la producción y comercialización dentro y fuera del país”.
Una de las fortalezas para llegar a esta meta la da que CNA Marco es miembro de la Red Latinoamericana de Cooperativismo, con sede en República Dominicana, país al que Marco Ricardo volverá por estos días para concretar negocios de venta de los morteros.
“Además existen potencialidades de exportación con otras naciones del área del Caribe, incluso con algunas de Sudamérica, las cuales se harán viables en alianza también con el sector estatal”.
El empeño de que así sea lo ponen todos y cada uno de los socios, cuyos ingresos promedios mensuales rondan los 7 mil pesos, a lo que se suman incentivos diversos (alimentos, aseo, préstamos monetarios, artículos) que salen del fondo creado por la cooperativa para el beneficio material de quienes la hacen próspera y sustentable.
Tan válido como urgido de extenderse, el ejemplo que emana de esta cooperativa no agropecuaria, en particular las alianzas que ha logrado con el sector estatal, lo asume la Central de Trabajadores de Cuba en la provincia para favorecer que se generalice este buen hacer, no siempre materializado como debiera.
En tal orden Inalvis Ayarde Guevara, miembro del secretariado de la Central de Trabajadores de Cuba en la provincia, reconoce que a la organización sindical le corresponde seguir ayudando a estrechar los lazos entre ambos sectores.
“A nuestro juicio tenemos que perfeccionar los mecanismos para la capacitación en torno a las nuevas normativas y resoluciones, velar y exigir porque se haga un uso correcto del encadenamiento productivo y que se pongan en práctica las medidas que favorecen una mayor autonomía o facultades de la empresas estatal socialista”.
La organización proletaria sabe que es preciso dar el salto, y desterrar prejuicios que todavía entorpecen las buenas alianzas que pudieran darse entre uno y otro sector de la economía. También lo saben y lo sienten en su cotidianidad las formas de gestión. Entonces, ¿por qué dejarlo para mañana?