Sancti Spíritus.- Los Alazanes de Granma no fueron al altar, pero sí tuvieron en dos Santos, Roel y Raico, sus héroes ofensivos en el triunfo 6-5 sobre los Cocodrilos de Matanzas, segundo consecutivo en la final de la pelota cubana, que se celebra bajo estrictas medidas sanitarias en una sede neutral, el estadio José Antonio Huelga, de la capital espirituana.
Tal y como se ha hecho costumbre en la postemporada de esta 60 Serie Nacional, el primer inning reportó las primeras carreras, al combinarse pasaporte gratis a Roel, elevado de fly de sacrificio de Raico, wild pitch de Noelvis Entenza e imparable de Guillermo Avilés. Todo era calor, alegría e ímpetu en la tropa dirigida por Carlos Martí, quien solo realizó un cambio en la alineación: la entrada de Guillermo García.
Para el segundo episodio, Roel volvió al protagonismo con un tubey enorme por el jardín izquierdo que remolcó al propio García y a Yulián Milán en bases por boleto y error del torpedero, respectivamente. Desde la lomita Leandro Martínez firmaba una tarde de lujo, al no permitir imparables hasta el quinto.
Precisamente en ese capítulo los yumurinos se sublevaron con ganas, pues tras la segunda base por bola a Yadir Drake y el primer sencillo de Yariel Duque, el siempre oportuno Ariel Sánchez disparó su primer jonrón por el bosque izquierdo, válido para abrazar la pizarra a tres rayitas.
Una molestia en su pierna derecha le impidió seguir a Leandro el sexto y el relevista Juan Danilo Pérez no entró con la efectividad deseada, lo cual aprovecharon los actuales monarcas para llenar las bases e irse encima del marcador por dos carreras, tras cañonazo de Yadir Drake ante Erluis Blanco. Pero lo mejor estaba por llegar, montado sobre otro Santo.
Entenza explotó en el sexto al llenarse las bases de granmenses y tras dos outs efectivos de Naykel Cruz a pura recta, Raico Santos le disparó metrallazo al centro para volver a emparejar el pleito. Dos entradas más tarde, el propio jardinero izquierdo decidiría con jonrón kilométrico por el derecho ante el relevista Joel Suárez, a la postre el derrotado.
La escena quedó lista para un noveno inning con el relevista Carlos Santana y un pésimo corrido de bases nuevamente por los yumurinos, quienes deberán remontar desde el miércoles un 0-2 si quieren volver a ser campeones de la pelota cubana.
Moralejas del partido:
– Los cambios de la alineación matancera también rindieron frutos, pues Javier Camero en el tercer turno bateó de 4-2 y Ariel Sánchez, bajado al séptimo rindió de 4-3 con tres remolques. Preocupante es no mover ya a Erisbel Arruebaruena del cuarto puesto, tras compilar de 7-0 con cinco ponches.
– Guillermo García es quizás de los talentos más necesitados de juego hoy en la pelota nacional. Sentarlo contra los zurdos no le permitirá adaptarse nunca a enfrentar lanzadores de esa mano. Se embasó las cuatro veces que fue al cajón de bateo, tres de ellas por indiscutibles. Esperemos que nunca más vaya al banco en esta final.
– Es increíble que Yoisnel Camejo no saliera de la tercera almohadilla en el noveno inning para romper un doble play que prácticamente liquidó las esperanzas de los rojos. La culpa no es el del coach, es un ABC que se aprende desde edades tempranas en la práctica del béisbol.
– La defensa matancera volvió a fallar dos veces: Arruebaruena y Andrys, pero lo decisivo en el resultado fue el dominio de Leandro y el mal corrido de la base, así como dos equivocaciones de Naykel Cruz y Joel Suárez, que intentaron cruzar con rectas a un bateador de tacto como Raico Santos.
– Los archivos dicen que 17 veces una etapa final de postemporada ha comenzado con dos sonrisas, y de ellas solo tres veces han perdido los equipos que arrancan delante. Lo curioso es que Granma en su primer título se impuso en los dos primeros y luego levantó el título ante Ciego de Ávila sin grandes complicaciones; mientras en el segundo perdió esos encuentros iniciales y acto seguido remontó hasta imponerse en siete desafíos a Las Tunas.
– Los Alazanes de Granma están dando lección de humildad antes lo pronósticos de la mayoría de los especialistas, así como envían un mensaje diferente respecto al receso forzoso por la COVID-19, pues todos los equipos afectados por la COVID-19 en sus filas quedaron en el camino.
– El toque de bola de Osvaldo Abreu en el cuarto no fue mandado por la dirección de los Alazanes, fue una seña mal cogida por el antesalista, según reconoció el mentor Carlos Martí, quien adelantó para el cuarto encuentro al derecho Joel Mojena y a Lázaro Blanco reservarlo para el quinto.