Cuando ella se ve detrás del microscopio seccionando el material genético de la caña de azúcar recuerda sus orígenes, a los que vuelve siempre, porque allí se oxigena y renueva. Así habla la Doctora en Ciencias Agrícolas Odyloide Bernal Villegas, Investigadora Titular de la Estación Territorial de Investigaciones de la Caña de Azúcar (Etica), de El Roble, asentamiento ranchuelero donde nació.
Para la niña tranquila, concentrada, meticulosa en sus estudios— hoy una mujer locuaz, conversadora, directa y firme—, aquel intrincado lugar de la geografía villaclareña de cultura campesina auténtica medió en la elección de su profesión: ingeniera agrónoma.
Odyloide asegura que encontró un mundo extraordinario en sus estudios en la Universidad Central Marta Abreu, de Las Villas: “El único paisaje conocido para mí hasta ese momento era el arroyo, los palmares y los campos de caña. La Universidad y las posibilidades de la ciencia me abrieron un camino. Allí hallé horizontes insospechados que me han acompañado”, reconoce y sus ojos son expresivos, agradecidos…
Desde que se graduó en el año 1999 solo ha trabajado en la Etica, centro en el que hizo también su tesis de culminación de estudios.
“Fui por mucho tiempo prácticamente la única investigadora de la biofábrica del centro. Ahora somos un grupo sólido. El propósito ha sido la propagación in vitro de la caña de azúcar y poder realizar un proceso integral de este esquema. En el 2020 logramos la segunda mayor producción de su historia”, precisa y en su mirada parecen estar las horas robadas al sueño, de pensamiento y entrega.
Como investigadora representó a Cuba en diversas misiones técnicas en Brasil, Argentina, Japón, y en proyectos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Su tesis doctoral resultó la segunda mejor de la especialidad en la nación, además obtuvo el Premio de la Academia de Ciencias.
Esta mujer de origen campesino convertida en doctora por inteligencia, empeño y oportunidad, sostiene una idea que defiende con convicción: “La caña de azúcar es y será sustento imprescindible para el país. Yo sueño con que este sector recupere la disciplina tecnológica, agrícola e industrial que siempre tuvo”.
Según afirma, el sostén para crecer se resume en querer ser ejemplo para su hija, de 11 años, haber tenido una familia que la ha apoyado, y contar con un colectivo de trabajo que la reconoce.
En la Etica fue también secretaria general de la sección sindical, etapa en la que el centro logró la condición de Vanguardia Nacional. Actualmente es la secretaria del núcleo del Partido.
Sobre su elección como delegada opina: “Fue una sorpresa, eran muchos y muy buenos los candidatos. Estar en la lista de los pocos que asistiremos es un honor. Será la oportunidad para reafirmar que la ciencia es empuje para resolver los problemas productivos, en nuestro caso para lograr los mejores cultivos, innovar para aumentar los rendimientos, hacer llegar nuestros resultados a las bases productivas y brindar los servicios con eficiencia”.