Desde varios municipios, en la provincia de Las Tunas, 16 productores de conejos se alistan para formar parte de una nueva modalidad de producción de alimentos mediante módulos rústicos. A fin de sustituir importaciones y llevar más suministros a la mesa, la iniciativa estimula el incremento de estas especies, prioridad del país que se torna aún más necesaria en tiempos de Covid-19.
Ante la importancia de elevar las producciones para hacer frente a las difíciles circunstancias se han buscado diversas soluciones y alternativas por la falta de insumos productivos importados. Tal es el caso del nuevo proyecto de módulos rústicos para la crianza de conejos, en el que se potencia la innovación con el uso de implementos fabricados localmente.
De acuerdo con Osmani Medina Blanco, jefe de Producción en la Empresa de Ganado Menor (Egame) y también el coordinador de la actividad, “el Proyecto de Granjas Cunículas inició con el levantamiento de los productores con alto potencial y a partir de ahí empezaron a capacitarlos”.
La primera etapa, luego de la preparación, estará signada por la construcción de las naves con capacidad para 100 reproductoras, las cuales tendrán el patrocinio de la Egame con las jaulas, los bebederos y el pie de cría. El criterio de selección de los pecuarios estuvo ceñido a las condiciones de sus tierras, la cobertura existente en sus predios de plantas proteicas, un eficiente suministro de agua y los resultados positivos de sus producciones.
Aunque para muchos de ellos el vínculo con la raza criolla de conejos ya es bastante motivadora, el proyecto constituye, además, un motor impulsor en sus perspectivas de incrementar la granja. Criterio que avala Pedro Remedios Tapia, de la comunidad de Santa Librada, en el municipio capital, quien es uno de los seleccionados para desempeñar esta tarea.
Idania Aguilera, de la cooperativa Pedro Marrero, todavía no puede saber hasta dónde llegará con esta iniciativa, sin embargo tiene la certeza de que pondrá su empeño para que sea próspera y gigantesca. “Antes, yo ayudaba a mi esposo en estas labores, pero ahora tengo la posibilidad de tener mis propios animales. El trabajo será fuerte y sacrificado, mas no importa, porque servirá para el desarrollo del país y de mi familia”, valora al igual que los demás.
A la par destaca la integración de varios sectores decisivos en el logro de estos empeños. “Nos hemos imbricado con la dirección del Banco de Créditos y Servicios, la Estación de Pastos y Forrajes, la Universidad y la Empresa Agroforestal de la provincia, para allanar el camino y que los productores puedan avanzar en esta tarea”, aseveró el coordinador del proyecto.
Sin dudas, es un programa abarcador que promete resultados positivos y más alimentos para el pueblo. “Cada una de estas contribuciones deben tributar a la Empresa de Ganado Menor y se espera, con ellas, la obtención de más de 50 toneladas de carne de conejo, una vez que todo el potencial del proyecto esté en óptimo funcionamiento”, concluyó Medina Blanco. (Tomado de Periódico 26)
