Es parca en palabras y costó trabajo adentrarse en su vida. Una vez que se sintió cómoda ante la grabadora, María Esther Guitard Aspuru fue desgranando trozos de su quehacer. Formada en el sector transportista, comenzó en 1980, en la Unión de Ferrocarriles de Cuba, como dibujante técnica.
Fue un tiempo intenso, según recuerda, pues alternaba su trabajo con los estudios de técnico de nivel medio en diseño industrial. Pero estaba consciente de que tenía que capacitarse y aprovechar las oportunidades de superación.
Vinculada siempre al sector del transporte, subraya que este ha sido para ella una escuela. De la mano de su madre, quien fue fundadora del MITRANS, recorrió los pasillos de ese organismo, que de alguna manera se adentró en su corazón. Precisamente, en ese céntrico edificio, ubicado en el municipio capitalino Plaza de la Revolución, permaneció durante años atendiendo el área de Atención a la Población.
En esa esfera comprendió la importancia que tiene la correcta comunicación con los pasajeros y con todos aquellos que expongan cualquier criterio sobre los servicios que se ofrecen en una entidad.
Hace 17 años, apostó por incorporarse a la empresa VIAJERO, recién creada. “Aquí me mantengo como especialista de Cuadro y Atención a la Población”, acota.
Asegura que esta es una actividad de detalles, pues siempre hay que dar una respuesta convincente a los usuarios y tratarlos con respeto. Ahora en VIAJERO ha tenido que asumir el desarrollo de las nuevas tecnologías, pues las redes se han convertido en las principales generadoras de opiniones sobre el trabajo que realizan. “Todos los días hay que interactuar con los públicos”.
Reconoce también el impacto que ha tenido APK VIAJANDO, desarrollada por la empresa SITRANS, que permite la consulta de la disponibilidad y compra online de pasajes.
Otra tarea a la que dedica sus jornadas es la atención a Cuadros. “Preparar e incorporar jóvenes a las tareas de dirección es vital, son el relevo y el futuro”.
Para María Esther es un orgullo proceder de una familia que tiene como tradición pertenecer a este sector. “Mi hijo Frank es asesor jurídico en el Grupo Empresarial de Transporte Marítimo Portuario y también su papá es transportista”. Está feliz porque la semilla ha dado frutos.